Las acciones que actualmente acomete el movimiento sindical como parte del proceso orgánico de su 22 Congreso marchan según lo previsto, se conoció tras la realización de alrededor del 80 % de las asambleas de presentación de la convocatoria en colectivos laborales del país y la capacitación a más de 80 mil dirigentes sindicales de provincias, municipios, burós territoriales y de secciones de base.
La convocatoria se hizo pública el pasado 27 de enero en Santiago de Cuba durante el acto central por el aniversario 85 de la creación de la Central de Trabajadores de Cuba y se anunció su análisis a fin de debatir las principales tendencias sobre los asuntos que hoy preocupan a los trabajadores y que estos consideran deberán estar en la agenda de un evento de tal magnitud, cuyas sesiones finales se han proyectado para abril del año 2025.
En el intercambio ha prevalecido asimismo el reconocimiento al trabajo sindical, así como su mejoramiento a partir de todas las transformaciones que este deberá tener desde su funcionamiento orgánico, de hecho un debate crítico para preservar derechos y garantías y asegurar la unidad del movimiento sindical.
Entre otros aspectos, el análisis ha enfatizado en la necesidad de nuevos métodos de trabajo y mayor preparación política de los cuadros sindicales para promover la más genuina representación de sus afiliados y trabajadores en general.
Los colectivos han criticado a algunas administraciones por falta de exigencia y creatividad, así como morosidad en la solución de los problemas internos de los centros, y han pedido fortalecer la emulación y sus movimientos emulativos, y potenciar el trabajo de la Anir, mucho más en el actual y complejo contexto económico.
El examen de la convocatoria será hasta el próximo 10 de marzo, mientras que las asambleas del proceso orgánico y elecciones sindicales en las organizaciones de base —ya realizadas en no pocos centros laborales— concluirán a finales de abril en el país.
Paralelamente se efectúan en los centros las asambleas de presentación y análisis del plan y presupuesto, que concluyen el 31 de marzo, un ejercicio estratégico ante la pérdida considerable de los ingresos en divisas a la nación, contracción de la actividad productiva, escasez en la oferta de bienes y servicios, excesivos precios y fluctuación laboral de profesionales de alta calificación.