Cargando...MANZANILLO, Granma.-La batalla por Cuba no solo entraña la construcción de nuevos beneficios o la reversión de lo que anda mal: hay una variable que es la sistematicidad, en la cual se define gran parte de la lucha por mejorar, porque solo el “fijador” -como diríamos popularmente- es la garantía de que no se pierda lo que se va logrando.
De eso se trata. Y entonces se comprende del todo un comentario hecho en la mañana de este viernes por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Empresa de Acumuladores “20 Aniversario”, del municipio de Manzanillo: “Lo que no podemos perder es la fábrica”, dijo allí el Jefe de Estado en su habitual preocupación para que lo que es útil y necesario para el país no se desconfigure por culpa del agobio material o de la desidia.
Buscando experiencias que no son o que hasta ayer no fueron exitosas, el dignatario llegó a la provincia de Granma -específicamente a tierra manzanillera- para compartir en varios lugares los análisis sobre la filosofía de convertir en positivo aquello que no lo es. Lo hizo acompañado del Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, y de otras autoridades.
La fábrica de acumuladores fue el segundo punto en la agenda del recorrido. Ella ha tenido que enfrentar muchos problemas, y ha podido ir revirtiendo los más duros golpes. Ante la falta de insumos, por ejemplo, la inteligencia despierta de los artífices del centro se dieron a la tarea de recuperar todo el plomo posible para hacer las baterías -el director de la fábrica, Reynier Estrada Olivera, explicó al mandatario que antes ese elemento químico se le daba a Materias Primas, para la exportación, pero que ahora el flujo cambió de dirección, y todo el plomo que pueda llegar a la fábrica se está procurando.
“La gente habla bien de las baterías de ustedes”, dijo el dignatario al dirigente del centro laboral, ese espacio donde todos ya saben que hasta mayo no habrá una estabilidad en los suministros de materias primas. Ahora, están produciendo las baterías que necesitan entidades como el Ministerio del Transporte, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y AZCUBA, instituciones que con sus propios recursos encuentran aquí lo que antes importaban.
“¿Qué otras cosas pudieran hacer con el personal calificado que tienen para ampliar el objeto social de la fábrica?, indagó Díaz-Canel con el director. Y este habló sobre la fabricación y venta de solución electrolítica, de pinturas y útiles de madera que ellos hacen y que tienen como destinos a la población y a varios organismos.
Hoy son allí 189 trabajadores, y ya no hay uno solo “interrupto” -como las decenas que hubo en el 2023-, gracias a esa diversificación del objeto social, gracias al talento que encontró caminos y que es virtud común entre operarios como los de la fábrica. Por lo anterior, el mandatario hizo hincapié en cuidar y preservar a cada trabajador, porque ellos atesoran conocimientos y una capacidad creativa invaluables.
De no retroceder, de ser sistemáticos se habló también, muy temprano, en el primer punto del recorrido: en la Unidad Empresarial de Base “Manzanillo”, perteneciente a la Empresa Agropecuaria de Granma y que está en camino a convertirse en una empresa municipal agropecuaria.
En el 2023 “hubo mucho lío”, contó desde la UEB -una finca con gran experiencia en la producción de semillas, y también dedicada a cultivos varios- el director Víctor Manuel Rodríguez Barbán. Entre otros problemas de envergadura que marcaron al pasado año, este explicó a la visita que se habían perdido muchas hectáreas que se han empezado a aprovechar, que la UEB trabajaba sin créditos bancarios, y que poder pagar a los campesinos “era un fenómeno”.
Se sabe que la voluntad es una variable cardinal en eso de cambiar escenarios. Y la UEB es un ejemplo: ya tienen excelentes relaciones con el banco, cuentan con créditos para la comercialización, están unidos al mundo universitario para aplicar ciencia e innovación, y sienten que las cosas pueden seguir mejorando.
“¿Ustedes creen que están tomando todas las medidas para que no vuelvan a decaer?”, preguntó en la UEB el Jefe de Estado, quien reconoció que allí se aprecia otra situación, mejor, pero que la mala noticia sería caer en un ciclo de retrocesos. Un “proceso de estabilidad” -razonó el mandatario- sería un logro.
No menos importante en el itinerario fue la UEB de Manzanillo, perteneciente a “Gran Agua”, Acueducto y Alcantarillado de la provincia de Granma. Porque -como allí expresó el Presidente cubano- el valioso recurso natural es un gran desafío para el territorio, atendiendo a que “Manzanillo es una ciudad muy importante” y que la meta es que todos sus habitantes dispongan de agua.
Sobre lo anterior, el mandatario fue categórico: “Tenemos que trabajar para que la gente tenga agua las 24 horas”. En el presente año se espera que la situación gane en estabilidad.
No es esa una tarea fácil, porque el déficit de agua todavía es notable. Pero se trabaja con estrategias esenciales para recuperar equipos de bombeo, para restaurar redes hidráulicas, y para dar mantenimiento a una infraestructura que ha sufrido desgastes.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba reconoció que en este frente tan necesario ha habido avances: Es esta, dijo, una actividad bonita y que ha podido llevarse a cabo, entre otras premisas, por las importantes inversiones y por el esfuerzo permanente.
“Ahora hay que dar seguimiento para evitar el deterioro”, insistió Díaz-Canel, quien, mirando con luz larga, compartió reflexiones sobre acueductos modernos, sobre válvulas automatizadas, sobre paneles fotovoltaicos para bombear el agua, sobre la necesidad de evitar salideros una vez que se disponga del preciado líquido en un número acrecentado de la población.
Hacia el final de la jornada de este viernes, tuvo lugar el encuentro, en la sede municipal del Partido Comunista de Manzanillo, entre la dirección del país y dirigentes del territorio. El miembro del Buró Político recordó en ese momento que las visitas realizadas en estas horas son para, “entre todos, buscar soluciones a un grupo de problemas que tenemos”.
Entre otros conceptos, Morales Ojeda destacó que el mejor trabajo político-ideológico consiste en hacer bien las cosas. Ese es el camino, razonó, para que crezca la confianza del pueblo en los dirigentes a todos los niveles.
“Tenemos que despojarnos de cualquier tipo de formalismo y de burocracia”, enunció el Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, quien además compartió su certeza de que el mejor tiempo empleado es aquel dedicado a la vinculación con la base.
El Presidente Díaz-Canel hizo mención de las cuatro prioridades trazadas por la dirección del país para el presente año: fortalecimiento de la unidad; preparación político-ideológica; apoyo a las medidas económicas analizadas y aprobadas en la Asamblea Nacional del poder Popular; y trabajo para eliminar distorsiones y tendencias negativas que se alejan del espíritu de la Revolución.
“No nos va a caer nada del cielo y las cosas las tenemos que lograr trabajando, produciendo”, recordó en otro momento de su intervención el dignatario, quien enfatizó que aquí lo peor sería “quedarse con los brazos cruzados y no hacer nada”.
Que la gente trabaje distinto, sin burocracia, sin desidias, que el bloqueo no sea un pretexto. Sobre tales conceptos disertó el Presidente cubano, quien destacó que Revolución “es transformar, es buscar cosas nuevas”, como dejó claro el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
Sobre ese protagonista heroico que es el pueblo de Cuba, el mandatario subrayó que no se trata de un ente abstracto: “Son caras, son brazos, son personas heroicas”. Lo hizo en clara alusión a que los dirigentes no deben olvidar que todo esfuerzo, destinado a ese protagonista real, siempre será poco. (Tomado de presidencia.gob.cu)
