En el norte de Gaza las escuelas están irreconocibles, reducidas a escombros, mientras que en la sureña ciudad de Rafah la mitad de la población no tiene adónde ir, excepto a nuestros centros, destacó la institución de la ONU en su cuenta en X (antes Twiter).
Los niños deberían estar en nuestras escuelas para aprender, no para protegerse de las bombas, afirmó.
Unwra está bajo fuego tras la acusación del gobierno de Benjamin Netanyahu contra 12 de sus 13 mil empleados por presuntamente participar en la operación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el 7 de octubre último.
Tanto la agencia como la ONU anunciaron una investigación inmediata, pero numerosos países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, suspendieron su financiamiento, aunque aún no se probaron las denuncias.
El jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini, acusó este fin de semana a las autoridades israelíes de impulsar una campaña destinada a destruir al organismo.
En declaraciones al grupo de periódicos suizo Tamedia, Lazzarini aseguró que ese es un objetivo político a largo plazo porque creen que eliminar al organismo resolverá el estatus de los refugiados palestinos, y con ello, el derecho al retorno.
Basta con mirar el número de acciones que Israel está adoptando contra nosotros, apuntó el funcionario, al citar entre otras los ataques aéreos contra sus instalaciones en Gaza y el fin de las exenciones del IVA a la agencia.