Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, afirmó hoy que son muchas las potencialidades en el sistema de la agricultura para acabar de lograr que haya más alimentos en la mesa del cubano, incluso a bajos precios.
Díaz-Canel intervino en la reunión de trabajo de ese estratégico sector en el que junto a Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro, criticó con fuerza las principales distorsiones que urge corregir, las cuales mucho tienen que ver con el papel de los cuadros y el protagonismo de los municipios.
Aludió al reciente llamado del General de Ejército Raúl Castro cuando pidió a los cuadros a todos los niveles a combatir en aras de transformar la actual situación económica y social del país, con mayor consagración y exigencia, y a no ser ingenuos ni triunfalistas.
Manifestó que la producción de alimentos sigue siendo la principal prioridad de la agricultura cubana, de la que dijo hay potencialidades en su gente, en la aplicación de la ciencia y la técnica, pero sus resultados, sus planes están muy distantes de lo que demandan el pueblo y la nación.
Las intervenciones del Primer Secretario del Comité Central del Partido tuvieron como base el análisis de los principales problemas en torno a la producción, en especial los incumplimientos con las entregas de leche y carne bovina, las contrataciones con las bases productivas y los productores, y con el uso y tenencia de tierra en usufructo y de ganado.
Respecto al paso de un grupo de empresas del Ministerio de la Agricultura a ser dirigidas por los gobiernos locales, señaló la importancia de que cada municipio sea capaz de autoabastecerse y que de ellos salga una parte significativa de los alimentos de la canasta familiar normada.
Fuertes señalamientos también de Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y Vicepresidente del país, y de Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro, giraron en torno a la necesidad de revisar las estructuras organizativas de ese organismo, las contrataciones, el enfrentamiento al hurto y sacrificio de ganado y los planes de producción.
Ydael Pérez Brito, titular del sector, además de reconocer cuán lejos de resolver esas y otras tareas está el organismo, mencionó entre sus proyecciones para el 2024 el incremento de la producción, la gestión financiera, el control sobre el uso y explotación de la tierra, la gestión eficiente de la fuerza de trabajo y consolidar la labor con los cuadros.
Al reflexionar alrededor de las insuficiencias y retos de la agricultura cubana, el Primer Ministro manifestó que ese Ministerio está llamado a ejercer con autoridad sus funciones estatales pues han proliferado violaciones, casos de corrupción y falta de control en tareas estratégicas como la entrega de tierras y de ganado en usufructo.
En tal sentido indicó restituir la legalidad y no permitir que quienes fueron beneficiados con esos recursos del Estado malversen con ellos y se sientan dueños absolutos, pues se les ofreció para, ante todo, producir alimentos destinados al pueblo.
Según Manuel Marrero Cruz, otra de las correcciones tienen que ver con la implementación de la Ley de Soberanía alimentaria y seguridad alimentaria y nutricional, cuyos resultados no se palpan aún y debe involucrar a varios organismos e instituciones.
También expresó la necesidad de concebir por cada Consejo Popular un organopónico, al calor del fomento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, cuando todavía muchos municipios apenas tienen alguno.
Llamó a revisar todo lo relacionado con las posibles distorsiones en las contrataciones, en las exportaciones y las inversiones extranjeras como fuentes de ingresos de divisas, en la aplicación de la ciencia y la técnica, y en la atención a los productores, a las bases productivas, a las montañas y a la ruralidad.