Con varias novedades en la plantilla y un nuevo director técnico, la selección masculina cubana de baloncesto afrontará el reto de intentar clasificarse a la Fiba AmeriCup 2025, que se celebrará en Nicaragua del 23 al 31 de agosto del próximo año.
La tarea se antoja complicada, dado que Cuba comparte la llave D con Estados Unidos, Bahamas y Puerto Rico, y para conseguir el boleto debe quedar al menos en el tercer lugar de la agrupación.
Si bien es cierto que las incorporaciones de jugadores con amplio recorrido por el básquet profesional como el polivalente alero del UCAM Murcia, Howard Sant Roos, y el base del Saga Ballooners, Reynaldo García, fortalecen al equipo respecto a años anteriores, la principal preocupación radica en cómo el cuerpo técnico logrará el team work.
Y es que el entrenador Onel Planas y sus asistentes aún no han podido trabajar con las primeras figuras de la nómina que enfrentará un complicado debut como visitante ante Estados Unidos este 22 de febrero, en la primera de las tres ventanas del clasificatorio.
Por esto será fundamental gestionar con inteligencia el quinteto y potenciar, a través de la idea de juego, las habilidades esenciales de cada uno de esos atletas, quienes muchas veces brillan a un alto nivel en América Latina y Europa y no consiguen emular esas actuaciones con la camiseta de las cuatro letras.
Si bien el último precedente ante Estados Unidos en suelo norteño fue una digna derrota 90-95, las posibilidades de clasificación pasan por vencer a Bahamas e intentar plantar cara ante los boricuas, lo cual no resulta descabellado si tenemos en cuenta que hablamos de una escuadra más redondeada con estas recientes incorporaciones que se unen a los ya establecidos Jasiel Rivero, Yoanki Mencía y Karel Guzmán (estará ausente de los dos primeros partidos por lesión).
Esto, unido a las aspiraciones de la nueva dirección, de jugar un baloncesto apegado a las tendencias modernas, con altos estándares defensivos, podría ser el paso definitivo para lograr dar el golpe sobre la mesa que hace tiempo espera la afición de la Mayor de las Antillas.
Igual es válido destacar que para obtener el boleto no solo basta con nombres y filosofías de juego. Cuba tiene el enorme desafío de despojarse de fantasmas y deficiencias que han marcado su accionar en las últimas presentaciones internacionales, como las desconexiones a la hora de armar la ofensiva, los bajos porcientos en tiros de campo y libres y la desconcentración que, unida muchas veces al fondo físico insuficiente, hizo mella en el conjunto antillano en los terceros cuartos y los dejaba con la tarea cuesta arriba de cara al último parcial.
Por lo pronto, lo positivo es que se está muy cerca de, al menos en el papel, conformar la mejor selección nacional posible. Mientras lo negativo radica en que los jugadores desconocen en la práctica la forma de trabajar de Planas y esto genera cierto recelo a la hora de soñar. Sin que aún se dispute el balón aparecen sensaciones encontradas, como cuando se lanza sobre la bocina y se mezclan en el aire ilusión e incertidumbre.
Planas tiene la palabra
El 29 de septiembre del pasado año la Federación Cubana de Baloncesto anunció en conferencia de prensa que Onel Planas sería el entrenador por el que apostarían para encarar este proceso clasificatorio. Sobre esta compleja tarea conversamos con el estratega.
¿En qué aspectos fundamentales se ha enfocado la preparación?
“En lo táctico ya hemos ido incorporando nuestra forma de jugar, que más o menos es como se hace internacionalmente, con cuatro perimetrales y un pívot. A partir de ahí debemos crear situaciones ofensivas que nos permitan lograr canastas.
“Además, les inculcaremos la responsabilidad defensiva, ir alternando constantemente la defensa para poder salir al contraataque, ser rápidos, llegar jugando y gestionar anotaciones tempranas”.
¿Cuáles son los cambios más significativos en cuanto a nómina, aparte de los conocidos Reynaldo García y Howard Sant Roos?
“Hay nuevas caras y mucho talento. En este caso tenemos a jóvenes como Michel Rodríguez Espinoza y Joan Carlos Gutiérrez, junto a Sergio Machado (de más de dos metros), un poco más experimentado. El 40-50 % del plantel trabaja aquí con nosotros. Es la segunda línea, pero también van a tener posibilidad y responsabilidad en la ventana”.
Grupo complicado y Estados Unidos como primer rival…
“Vamos a medirnos con el mejor baloncesto del mundo, más allá de lo que sucedió en partidos anteriores. Contra ellos saldremos con tareas y objetivos específicos durante el encuentro”.