La Jewish Voice for Peace (JVP) es una organización estadounidense de rápido crecimiento que ha participado activamente en la organización de protestas para exigir el alto al fuego en Gaza.
Según reconocen en su página digital, en los últimos meses han fortalecido la organización local y estudiantil, forjado nuevas coaliciones, lanzado campañas e impulsado el intercambio hacia lo interno de la comunidad judía.
En Estados Unidos “marchamos por las calles, perseguimos a los criminales de guerra israelíes y organizamos debates transformadores en las sinagogas”, refieren en el reporte del trabajo del 2023, donde también explican que más de 2 mil 500 miembros se han reunido en actividades quincenales y trimestrales para “capacitarnos, aprender, escucharnos unos a otros y a nuestros socios, y movilizarnos digitalmente”.
La JVC, además de las marchas de protesta, ha promovido boicots a las principales firmas que financian la guerra de Israel contra los palestinos. También financian campañas para potenciar el liderazgo estudiantil antisionista y para trabajar con la comunidad judía estadounidense.
A continuación, reproducimos la entrevista realizada por Mark Friedman, periodista, miembro de la Asociación Internacional de Maquinistas 1484 y coordinador de la asociación Hands of de Cuba, al judío cubanoamericano Camilo Cienfuegos, líder juvenil de la JVC.
¿Cuál es el programa de la JVP?
La visión de JVP es un mundo donde todos, desde Estados Unidos hasta Palestina, vivan en libertad, justicia, igualdad y dignidad. Estamos inspirados por generaciones de izquierdistas judíos, tenemos la misión de desmantelar instituciones opresivas y crear algo nuevo, alegre y sustentador de vida.
El JVP resiste al sionismo por amor a los judíos y al judaísmo. Nuestra lucha contra el antisemitismo es parte integral de una lucha más amplia contra la opresión y la intolerancia. Reconocemos que la seguridad palestina y judía están entrelazadas. Nos oponemos categóricamente a la narrativa propagandística que enfrenta a nuestros pueblos. Queremos identificar al sionismo, con su legado brutal y genocida de desplazamiento, apartheid y limpieza étnica, como el verdadero enemigo de la paz.
Nuestro programa implica imaginar un futuro en el que el muro del apartheid esté hecho pedazos, las cárceles israelíes estén vacías y los refugiados palestinos tengan derecho a regresar a sus tierras ancestrales. Estamos comprometidos a rendir cuentas ante nuestros socios palestinos, trabajando contra el sionismo para crear un futuro justo para nuestros pueblos. Para la diáspora judía en Estados Unidos, esta lucha comienza en casa.
Nos organizamos para poner fin al apoyo del gobierno estadounidense a la opresión de los palestinos por parte de Israel, por eso construimos un movimiento de base que une a los judíos estadounidenses en solidaridad con la lucha por la libertad palestina.
En ese sentido JVP ha experimentado un crecimiento y cambios exponenciales, tanto en número de miembros como en valores políticos. Lo que una vez fue una organización «marginal», ahora se ha convertido en el mayor organismo del movimiento antisionista progresista del mundo.
¿Cómo te involucraste en la JVP?
Por la necesidad de consolidar mis esfuerzos organizativos en esta lucha y lograr el máximo impacto. Como judío cubanoamericano y parte del Tercer Mundo, siento que los valores antiimperialistas y anticolonialistas están en el centro de mi práctica política. Palestina ha sido uno de mis temas más importantes durante más de media década.
Los brutales ataques de Israel contra los palestinos después del 7 de octubre fueron una llamada de atención para mí. Me encontré incapaz de permanecer sin afiliación mientras la entidad sionista justificaba atrocidad tras atrocidad, supuestamente en mi nombre.
Poe eso sentí el imperativo moral de contrarrestar la narrativa que difunde la maquinaria israelí que fusiona el sionismo con el judaísmo. No podía vivir conmigo mismo si no hago todo lo que esté a mi alcance para detener la supuesta complicidad de mi comunidad en el genocidio. JVP es la casa de mi movimiento y no podría imaginar una mejor organización a la cual contribuir.
¿Cuál cree que es una solución para el conflicto palestino-israelí?
Bueno, antes que nada, me gustaría precisar que no lo considero un conflicto. Creo que el lenguaje es muy poderoso y utilizar palabras como “conflicto” para describir la situación sobre el terreno es parte del problema. Lo que los principales medios de comunicación describen como “conflicto” o “guerra” es una relación entre el ocupante y un pueblo ocupado, o como dijo una vez el luchador por la libertad palestino Ghassan Khanafani, una conversación entre la bota y el cuello.
El sionismo es una ideología colonial que en el fondo posiciona a los colonos eurojudíos como superiores a la población originaria de la tierra que ocupan. Esta jerarquía se sostiene a través de un monopolio de la violencia, donde sólo las acciones del Estado están justificadas y cualquier resistencia de la población ocupada es ilegítima.
Ya sea violenta (lucha armada) o no violenta (Gran Marcha del Retorno, BDS, etc.), la resistencia palestina a la ocupación israelí siempre ha sido etiquetada, erróneamente, como terrorismo.
La fuente de este “conflicto” es el colonialismo, la limpieza étnica y la supremacía blanca, La solución es la autodeterminación del pueblo palestino, las reparaciones y el desmantelamiento total del régimen del apartheid.
No estamos ante un conflicto religioso, ya que judíos, cristianos y musulmanes vivieron en paz durante miles de años, antes del proyecto sionista.
Creo en una solución de un solo Estado, que conlleve al desmantelamiento total del Estado israelí, a la autodeterminación palestina y que se le devuelva la administración de la tierra. Una nación, con iguales derechos y proceso democrático para todos sus ciudadanos.
Como cubanoamericano, ¿qué opina de la posición de Cuba sobre Palestina?
Es imposible para mí, como ciudadano cubano que vive en los EE. UU. y como judío estadounidense, no ver las similitudes entre la agresión estadounidense y el estrangulamiento económico a mi patria, Cuba, con la ocupación ilegal de la Palestina histórica por parte de Israel y la limpieza étnica. de los palestinos.
La estrategia de dividir y conquistar y los esfuerzos propagandísticos que utiliza la entidad sionista en su anexión de Cisjordania, asedio a Gaza, y supresión de las comunidades palestinas en Jerusalén, se sienten íntimamente similares a la ocupación estadounidense de Guantánamo y al bloqueo económico total contra Cuba. Son tácticas que las fuerzas imperiales utilizan para convertir a los pueblos colonizados en agentes de su propia destrucción. Cuba también sufre una deslegitimación sistémica en el escenario mundial y los gritos de nuestro pueblo también son ignorados.
Cuando veo la solidaridad y el apoyo de Cuba a la lucha palestina, me siento inmensamente orgulloso. Sólo desearía que más líderes mundiales, esos que exhiben un pib y fuerzas militares mucho más poderosas que las de mis países natales, tuvieran la mitad del coraje del pueblo cubano y siguieran su ejemplo cortando todos los lazos diplomáticos con Israel, expresaran su protesta pública ante la agenda genocida del Estado israelí, se opusieran firmemente a las políticas asimétricas y sionistas, apoyaran resoluciones de condena en la ONU y movilizaran a sus pueblos en solidaridad con el pueblo palestino.
(Tomado de LAProgressive)
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