Con la presencia de Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido Comunista y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) se efectuó en la noche de este viernes el acto de condecoraciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD) en ocasión de. conmemorarse el Día del educador.
Acompañado de Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del departamento de atención al sector social, el máximo dirigente sindical del país impuso la Orden Frank País de Primer Grado a un grupo de valiosos docentes de diversos niveles de enseñanza, técnicos, metodólogos, asesores y directivos con una destacada trayectoria en la formación integral de las nuevas generaciones y notables aportes al desarrollo y perfeccionamiento del sistema educacional cubano.
En la ceremonia de imposición de altos estímulos efectuada en el Salón de Protocolo de El Laguito también fueron laureados otros trabajadores con la Orden Lázaro Peña de Tercer Grado y la Medalla Jesús Menéndez, galardón igualmente otorgado de manera colectiva al Instituto de Geografía Tropical, Inversiones GAMMA y la Empresa Especializada, Importadora, Exportadora y Distribuidora para la Ciencia y la Técnica EMIDICT.
La conmemoración de Día del educador es una de las tradiciones revolucionarias más entrañables de nuestro pueblo que involucra a la familia cubana y a la sociedad en su conjunto, expresó Niurka María González Orberá, secretaria general del SNTECD en las palabras centrales del homenaje en el que además participaron Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro de la República e Isdalis Rodríguez Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido y segunda secretaria de la CTC.
Ha sido –precisó- un verdadero tributo a la firmeza, la tenacidad y la entereza de que han hecho gala la inmensa mayoría de los trabajadores de este sector y subrayó que nuestra organización los acompaña, los representa y estará junto a ustedes a la altura de los esfuerzos que realizan.
“Podemos asegurarle a nuestro pueblo y a la dirección de nuestro Partido que cumpliremos con nuestro deber, que les daremos cada año la alegría de un curso escolar superior”, enfatizó .
Los invito –dijo- a sentirse muy honrados por llevar el nombre de Maestro, que es después del de padre, el nombre más bello, más dulce y respetable que puede recibir una persona.
González Orberá recordó que el 22 de diciembre de 1961 el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó a Cuba como Territorio Libre de Analfabetismo al concluir la grandiosa y exitosa Campaña Nacional para llevar a cabo el noble y humano propósito de llevar la luz de la enseñanza a los más apartados rincones de la Isla.
También en ese año durante los días 22, 23 y 24 de noviembre se constituyó el Sindicato de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte.
En el acto estuvieron presentes, además, Naima Trujillo Barreto, ministra de Educación, Walter Baluja García, titular de Educación Superior, Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Osvaldo Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación y Lianne Pazo Cedeño, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
Nada se dice, nada se escribe sobre aquellos niños que al llamado de la Revolución asumieron la tarea de alfabetizar durante mas de 7 meses en los campos de Cuba y que dieron lugar a que el día 22 de diciembre se declarara Cuba Territorio Libre de Analfabetismo y luego El día del Educador. Esa historia hoy ignorada se ha perdido. Las actuales generaciones poco conocen y pronto olvidarán todos,
esa epopeya común entre los niños que la escribieron y sus padres que lo consintieron. Ya no somos la vanguardia de la Revolución como anunciaba el Himno del Brigadista Conrado Benitez.
Un ejército de niños alfabetizadores combatió a un gran flagelo social y lo derrotó trayendo la luz de la verdad.