Los maestros cubanos siempre están a la vanguardia de los que aman y fundan, por su altruismo y vocación excepcional de formar a otros seres humanos, aseguró este viernes Naima Trujillo Barreto, ministra de Educación.
A propósito de celebrarse hoy en la mayor de las Antillas el Día del Educador, se desarrolló el acto nacional por la efeméride en el Memorial José Martí de esta capital en el que Trujillo Barreto apuntó que se llegó nuevamente al júbilo de ese extraordinario momento cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz declaró a Cuba como Territorio Libre de Analfabetismo.
En este diciembre la emoción de quienes conmemoramos tan importante acontecimiento, que marcó el inicio de un proyecto educativo de equidad y justicia social, se ha matizado este 2023 con un grupo de actividades oara conmemorar el centenario de José Ramón Fernández, quien fuera ministro de Educación entre 1972 y 1990, explicó la titular.
Hemos rendido tributo también a Fidel, artífice del sistema educativo y quien concibió una transformación para la Revolución y la humanidad, acotó.
El líder histórico fue un maestro excepcional de su pueblo y de los revolucionarios de todo el mundo, enfatizó.
La Campaña de Alfabetización, a la cual la ministra calificó como una batalla, fue el resultado del esfuerzo de jóvenes brigadistas para dar respuesta a uno de los problemas planteados por el entonces joven abogado Fidel Castro en su alegato «La historia me absolverá».
Precisó que más de seis décadas después de que Cuba protagonizara esa gesta cultural, en el mundo más de 244 millones de niños y jóvenes no tienen escolaridad, 771 millones de adultos son analfabetos y las niñas y mujeres también se ven afectadas por ese flagelo.
Dijo que también existe estancamiento en la formación de los docentes en etapas como la enseñanza primaria.
La nación caribeña ha consolidado un proyecto educativo universal, inclusivo, equitativo y profundamente humanista al que sus protagonistas no han renunciado ni las más difíciles condiciones, aseguró la titular del sector.
El único camino para acompañar a nuestro sistema socialista, ante la hegemonía del proceso civilizatorio global capitalista, está en la educación, aseveró.
Refirió que actualmente la batalla es otra, la de tipo ideológica, en la cual la escuela tiene la misión de ofrecer herramientas para el aprendizaje de la historia y en de priorizar la formación de ciudadanos reflexivos, autónomos y con una verdadera conciencia crítica y de participación social.
Aspiramos a enseñar a sujetos que se comprometan con su nación y que enfrenten la colonización cultural que agrede y lacera la esencia de nuestros pueblos, expresó.
Sostuvo que no es posible imaginar un modelo de desarrollo alternativo, sostenible e incluyente sin movilizar el potencial humano que puede promover la educación.
De los maestros cubanos, la ministra elogió su activa participación en los procesos sociales y culturales, en las tareas de impacto económico y en la ciencia y la innovación que requiere cada territorio.
Sabemos de sus desvelos para cumplir la obra humanista que es enseñar y de su voluntad de crecerse ante las dificultades, apuntó.
Consideró que a los maestros se les necesita en medio de las circunstancias difíciles que vive la Patria, de las cuales solo se podrá salir mediante esfuerzos propios.
En la ceremonia se otorgó la Orden «Frank País» de Primer y Segundo Grados, la Medalla «José Tey» y la Distinción Por la educación cubana, condecoraciones que impone el Consejo de Estado a los docentes de diferentes enseñanzas con una destacada participación en el desarrollo educacional del país.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba; Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del PCC y jefe del Departamento de Atención al Sector Social; Jorge Luis Perdomo Di- Lella, viceprimer ministro de la República, y Walter Baluja García, titular de Educación Superior acompañaron a los docentes en esa celebración.
Cada 22 de diciembre Cuba conmemora el Día del Educador, pues en igual fecha de 1961 finalizó la batalla cultural más grande de la Revolución: la Campaña de Alfabetización, con la cual se declaró a la mayor de las Antillas como Territorio Libre de Analfabetismo.