Este 7 de diciembre en Las Tunas, como en toda Cuba, el pueblo rindió tributo a los caídos en defensa de la Patria y en el cumplimiento de honrosas misiones internacionalistas en diversas naciones del mundo, a las cuales apoyaron en sus luchas por conquistar su independencia y la justicia social.
La fecha coincide con la muerte en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro, y fue propuesta por el Líder Histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz como día de recordación para todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa de su patria, sino también de la humanidad.
Fue una jornada de recordación, de lágrimas y llantos por la ausencia física de los protagonistas de numerosas batallas por la independencia y el derecho a la autodeterminación de pueblos hermanos que el mundo recuerda con admiración.
En la capital provincial, el parque que perpetúa en la memoria al Titán de Bronce acogió la actividad central y tras depositar flores ante su monumento inició la peregrinación hasta el cementerio Vicente García, donde descansan los restos inmortales de los mártires, en acto que tuvo réplicas en todos los municipios del territorio.
El homenaje destacó el respeto a ese legado redentor y el compromiso de seguir defendiéndolo frente a los desafíos actuales como la mejor manera de exaltarlos a la inmortalidad que tallaron a fuerza de valor y sacrificios.
La marcha la encabezaron las direcciones del Partido y el Gobierno, a las que siguió el pueblo en un haz que fundió las fortalezas de la clase obrera, los estudiantes, instituciones armadas… escoltado desde las aceras por niños, cuyos sueños y esperanzas defienden sus mayores inspirados en el ejemplo de sus antecesores.
Ellos recordaron a Maceo y a Panchito, en ocasión del aniversario 127 de su muerte y a los más de 20 mil tuneros que combatieron al oprobioso régimen del Apartheid en África, de los cuales 116 descansan en el altar de la Patria.