Desde el pasado 4 de agosto los trabajadores del central Antonio Guiteras, del poblado de Delicias, en el tunero municipio de Puerto Padre, acometen las reparaciones de la industria con el objetivo de volver a la vanguardia del país en la producción azucarera.
“Eso sí, escalar a la cima, volver a la época de oro del ingenio, no será de un salto. Escalaremos paso a paso, peldaño a peldaño”, coinciden los ingenieros Juan Carlos Molina Diéguez y Carlos Serrano Górgora, administrador y jefe de Producción, respectivamente.
Fábrica adentro…
El optimismo de Juan Carlos y de Carlos está respaldado por la voluntad del colectivo y el apoyo brindado por las direcciones del país, del Grupo Azucarero Azcuba, y del Partido, del gobierno y la CTC en la provincia.
“Está difícil, pero sale”, es una expresión reiterada por directivos y trabajadores y la escuché mientras recorría los pasillos del central, donde van poniendo orden a los hierros desmontados en estas intensas jornadas de labor.
Y esa decisión y ese apoyo son las premisas que sustentan la seguridad de su administrador, quien afirma resuelto: “El 5 de diciembre vamos a realizar el ejercicio de zafra, la prueba general el 10 y el 20 comenzamos la producción de azúcar”.
Lo que se ha hecho —y hacen— desde la fecha señalada en esta fábrica, que durante muchos años lideró la producción azucarera en Cuba —y todavía lidera, aunque con notable decrecimiento— es para volver a la cima y aumentar sus aportes a una rama que es patrimonio de la nación.
Tránsito por la ruta crítica
Ese día comenzaron las reparaciones con la idea de hacer las cosas bien para borrar el sabor amargo que dejó en el azúcar el incumplimiento de la pasada contienda, cuando acumularon más de mil 200 horas perdidas —el 44 % de la programación— por problemas asociados a falta de combustibles, lluvias, roturas e interrupciones operativas.
El administrador rememora que por un guarapazo estuvieron parados seis días en la zafra anterior, y explica que ese término del argot de los azucareros denomina a la contaminación del agua, que alimenta a las calderas, provocada por problemas operacionales.
Por esa razón los indicadores de eficiencia sufrieron grandes afectaciones: “El rendimiento industrial fue de 7.41 y teníamos planificado un 8.10; y el aprovechamiento del rendimiento potencial cañero estuvo al 68 % del 90 previsto”, detalla Molina Diéguez.
Para transformar la situación ante la inminente campaña (2023-2024), diseñaron la estrategia y comenzaron a transitar por la ruta crítica para desbrozar obstáculos y cristalizar las 39 mil toneladas de crudo comprometidas, la mayor cantidad asignada a uno de los 25 ingenios que molerán en la campaña.
“Ya estamos ultimando los preparativos”, sostiene Molina Diéguez y confirma que ponen todo el empeño en los molinos quinto y sexto; los conductos de gases de las calderas tres, cuatro y cinco; y las dos bombas de agua que alimentan las calderas.
Simultáneamente apuran trabajos de pailería en el área de fabricación y en obras inducidas de la tubería de agua salada; y en la instalación de la chumacera del turbo 11 para coronar el programa y mover las máquinas en el tiempo programado.
Los aseguramientos…
Molina Diéguez, con muchísima experiencia en esta actividad, se estrena en el cargo, como la casi totalidad del equipo de dirección, pero todos están convencidos de que es posible hacer una buena zafra.
Carlos Serrano Górgora, un experimentado azucarero que se jubiló y ante el reclamo volvió al central, ahora como jefe de Producción, reconoce que en esta ocasión han contado con más recursos y han trabajado para honrar esa oportunidad.
“Es cierto que hay limitaciones materiales de todo tipo”, dice Serrano Górgora, pero confirma que han recibido alrededor de 300 toneladas de laminado, incluye chapas, vigas, angulares y planchas, entre otros recursos facilitadores del proceso de rehabilitación de la maquinaria que en años anteriores eran impensables.
Serrano Górgora confirma que cuentan con la entrega del colectivo laboral y su vanguardia, el movimiento de innovadores y racionalizadores y las califica como fortalezas que avalan el triunfo.