Cargando...Si se habla de una mujer decidida y tenaz, esa es Petronila Infante Domínguez. Ella ha demostrado que se puede hacer en la vida lo que uno se proponga. Vivía en Platanito, una localidad perteneciente al municipio Buey Arriba, en la provincia de Granma. Confiesa que era una niña tranquila, y le gustaba hacer vestidos a su muñeca, jugar a los escondidos o cazar mariposas.
Pero lo que más le apasionaba a Nila (así le dicen todos) eran los estudios. No le importaba que la escuelita estuviera lejos, y tuviera que caminar más de 40 minutos, loma abajo para llegar, y luego subir (lo más pesado) para retornar a casa. En los libros encontraba un mundo interesante, porque en ese entonces, no tenían ni televisor ni radio.
Cuando terminó el sexto grado tenía doce años y se fue a la ciudad de Bayamo, a vivir con Rosa Ricardo Infante, su abuela. “Pero ya las clases habían empezado y me matricularon en un curso de corte y costura para que no perdiera tiempo.
“Me acuerdo que con 16 años empecé en la Fábrica de Tabacos Mario Alarcón. Mi papá se opuso, pero yo insistí porque quería ayudar a la familia. En el centro me dieron la oportunidad de entrar a un curso de adiestramiento porque aún no tenía edad laboral. Cuando cumplí los 17, empecé como despalilladora y también iba por la noche a la escuela obrero campesina para concluir la secundaria y el preuniversitario”, recuerda.
Afirma Nila que el trabajo era complejo. “Había que cumplir una norma. Aún me acuerdo: despalillar correctamente once manojos de hojas de tabacos, compuestos por cuatro manillas. Teníamos que hacerlo bien porque el técnico que supervisaba la calidad, era muy exigente y lo que estaba mal, lo viraba para atrás.
“Ahí estuve hasta el año 1979 porque pasé a trabajar en la fábrica de calzado en Bayamo. También empecé a estudiar Licenciatura en Economía, a través del curso para trabajadores.
Otra oportunidad
Esa constancia y deseos de superación, le abrirían las puertas en la empresa de refrigeración y calderas Alastor. “Primero fui especialista en el departamento de Economía, hasta que llegué a ser su directora, labor que cumplí durante 23 años. Siempre me gustaron los números porque tienes que pensar; nosotros nos destacábamos por la adopción de decisiones estratégicas para asegurar el crecimiento y la rentabilidad de la entidad, estar al tanto de la disciplina en la entrega de los estados financieros, el pago en tiempo de los impuestos…”.
“Ahí me presenté a un concurso que convocó la provincia en Granma y lo gané. Eso me dio la oportunidad de visitar a México durante quince días, así que ¡mire usted hasta donde ha llegado la guajirita de Buey Arriba!”, expone.
Conocer esa historia, justifica que hoy esté al frente de la Planta de Revisión Técnica Automotriz, en la provincia de Granma, donde se ha ganado el afecto y la admiración de sus compañeros. “Aquí estoy desde el 2009, nadie quería entrar porque es complicado. Tengo once trabajadores subordinados, dos mujeres, y el resto son hombres”.
Dice que su estilo de trabajo es participativo, le gusta escuchar las sugerencias de sus compañeros, todo en aras de un buen resultado en las tareas. Eso sí, se considera muy exigente, “porque para que las cosas funcionen bien, hay que supervisarlas”.
Añade que, en sentido general, realizan muchas actividades educativas y preventivas para evitar que en la planta ocurran delitos. “Y, sobre todo, existe el control, que es la mejor de las acciones”.
Con mucho amor hablo sobre sus trabajadores, cuando intervino en el encuentro de mujeres transportistas, organizado por el Grupo Empresarial de Servicios de Transporte Automotor (GEA), en el cual ella expuso su experiencia como directiva.
Acerca de la familia, refiere que tiene el apoyo de todos en general, incluso, de sus vecinos. Muestra orgullo por su hijo, Manuel Mendoza Infante, oficial del Ministerio del Interior. “Siguió mi ejemplo, le gustan los estudios y con 35 años, es Máster en Ciencias Jurídicas. Él me ha dado otro de mis tesoros, mi bella nieta, Sofia Elena”.
Afirma que sigue siendo a guajirita sencilla de Buey Arriba: “Mantengo la nobleza, la sencillez con la cual mis padres me criaron. Si he tenido resultados, es por el colectivo que me acompaña”.
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.
