La Asamblea General de Naciones Unidas comenzará el mes de noviembre evaluando el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, que llama al levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales adoptadas contra la pequeña nación caribeña. Con ese fin ya se encuentra en Nueva York el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien tiene previsto intervenir ante el máximo órgano de gobierno de la ONU este 2 de noviembre.
El tema es parte del septuagésimo octavo período ordinario de sesiones de la Asamblea General, cuyo debate general comenzó el pasado 19 de septiembre. Entre los oradores de aquella primera jornada inaugural estuvo el presidente y primer secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien recordó que “hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para deprimir sus ingresos y nivel de vida, padecer escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo”.
El mandatario cubano aclaró entonces que “no existe una sola medida o acción de Cuba para dañar a los Estados Unidos, para perjudicar a su sector económico, su actividad comercial o su tejido social. No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de los Estados Unidos, su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos o que afecte el bienestar de su pueblo. La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada”.
El proyecto de resolución que se someterá a la Asamblea reconoce que los daños económicos ocasionados por el bloqueo de EE. UU. contra Cuba ascienden a 159 mil 84,3 millones de dólares lo que equivale a 1 billón 337 mil 57 millones si tomamos en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.
El antecedente más cercano a esta nueva resolución fue presentado por Cuba en 2022, ocasión en la que 185 naciones votaron a favor de la mayor de las Antillas, y solo 2 países estuvieron en contra (Estados Unidos e Israel).
La Asamblea General es el órgano principal de las Naciones Unidas de deliberación, adopción de políticas y representación. Está integrada por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas y constituye un foro singular para las deliberaciones multilaterales sobre toda la gama de cuestiones internacionales que abarca la Carta de las Naciones Unidas.
Este órgano se reúne habitualmente entre septiembre y diciembre para analizar cuestiones específicas que conducen a la adopción de resoluciones. En el caso del bloqueo contra Cuba, la inmensa mayoría de la comunidad internacional ha votado por condenarlo en 31 ocasiones consecutivas.
En cada ocasión, la Asamblea General solicita al Secretario General de Naciones Unidas que, en consulta con los órganos y organismos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, prepare un informe sobre el cumplimiento de la resolución a la luz de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, texto que debe presentar en el posterior período de sesiones.
Este año, como en las 30 resoluciones anteriores en las que se ha instado a suspender el bloqueo, las naciones y organismos internaciones han confirmado que Estados Unidos mantiene su política hostil contra Cuba, y la recrudece según convenga al grupo de poder que ocupe la presidencia.
Cuba, mejor sin bloqueo
El informe presentado por el Gobierno cubano reconoce que “el bloqueo económico, comercial y financiero es el elemento central que ha definido la política de los Estados Unidos (EE.UU.) hacia Cuba por más de seis décadas. Los efectos de esta guerra no declarada contra la economía, la sociedad, la vida cotidiana y los sueños de progreso de más de 11 millones de cubanos, no han cesado ni un solo día”.
El documento aclara que la política hostil de los Estados Unidos hacia Cuba está definida actualmente por “la posibilidad de tomar acción en los tribunales estadounidenses ante demandas presentadas al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton, la permanencia de Cuba en la arbitraria Lista de Estados patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, la persecución de las transacciones financieras y comerciales del país, la imposibilidad de procesar visas de no inmigrantes en La Habana, la intimidación a las empresas que envían suministros de combustible a la Isla, los intentos por frustrar la recuperación del sector turístico tras la pandemia de la COVID-19 y la campaña de descrédito contra los programas de cooperación médica cubana”.
Entre el 1º de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023, el bloqueo causó daños y perjuicios a Cuba estimados en 4 mil 867 millones de dólares. Esto representa una afectación de más de 405 millones de dólares mensuales, más de 13 millones de dólares diarios, y más de 555 mil dólares por hora.
En las últimas tres décadas la comunidad internacional ha rechazado esa injusta e ilegal política, que se ha mantenido vigente por más de 60 años y fue reforzada, a niveles sin precedentes, en el contexto de la COVID-19.