“¿Entonces podemos ir a un mejor momento en la actividad de los astilleros en el país?”, preguntó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al grupo de directivos y trabajadores que lo acompañaron este viernes durante su visita al nuevo dique flotante emplazado al este de la bahía de La Habana, y la respuesta de los presentes, casi al unísono, fue afirmativa.
Esta plataforma de tecnologías avanzadas, cuya puesta en marcha es resultado de la colaboración entre Cuba y China, es el mayor dique flotante que existe en nuestro país y tiene capacidad para reparar buques de hasta 22 mil toneladas. Su construcción, que había estado detenida en los últimos años, tuvo el impulso final luego de las conversaciones que sostuvieron los presidentes Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Xi Jinping, durante la visita que el Jefe de Estado cubano realizó a la nación asiática a finales del pasado año.
De acuerdo con la explicación ofrecida por Johannes Milián Morales, gerente general de Caribbean Drydock Company S.A, sociedad mercantil 100% cubano a la cual pertenece el dique, se prevé que a partir de las labores que aquí se lleven a cabo se logren potenciar los ingresos externos; garantizar la atención al crecimiento proyectado de la flota nacional; generar mayor cantidad de empleo; mejorar los índices de eficiencia; utilizar toda la capacidad diseñada en el astillero; propiciar encadenamientos productivos con otros grupos y entidades del país; así como disminuir la erogación de divisas al exterior por concepto de reparaciones de buques.
Ante los retos que también traen consigo las actividades que se reincorporan al astillero y demandan de fuerza de trabajo con un alto grado de calificación en diversos aspectos y procesos especiales, en el Centro de Adiestramiento se potencia la formación de jóvenes en las principales especialidades que intervienen en la reparación de buques.
Acerca del impacto productivo que significa este dique, el director general del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo Portuario (GEMAR), Miguel Pineda López, explicó que en primer lugar tiene un enfoque estratégico para las exportaciones en reparaciones navales.
Su capacidad de varado, argumentó, posibilita reparar embarcaciones mucho mayores que las que hasta el momento llegaban al dique seco, que funciona también en este astillero.
Ello, dijo, trae consigo, además, una generación superior de ingresos en divisas al país, una parte de los cuales se aportará para el desarrollo y mantenimiento de la propia flota nacional.
Al pie de la estructura del dique, donde un grupo el trabajadores se afanaban por reparar el buque Asela, el Presidente cubano, acompañado por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, y otros directivos del sector, se interesó por los sistemas de pago que aquí se implementan y cómo incrementarlos, el funcionamiento de la estructura y otros elementos asociados a esta actividad en el astillero.
Será este, aseguraron directivos del Transporte durante el recorrido, un elemento dinamizador para la economía nacional, cuyo nivel tecnológico y condiciones operacionales permitirán dar respuestas a las crecientes demandas de las navieras en la región.