Garantizar producciones, cumplir planes y no detener máquinas es la máxima que guía diariamente a los trabajadores de la UEB Empacadora Raúl Cepero Bonilla, unidad perteneciente a la Empresa Cárnica Camagüey, quien acogió este miércoles el inicio de la jornada por el Día del Innovador en esta provincia.
Para Milene Rodríguez Suárez, directora de la entidad, promover la labor innovadora es la única fórmula posible para sostener una factoría de 95 años de fundada y es, además, lo que les ha permitido, en lo que va de año, ahorrar más de un millón de pesos por concepto de sustitución de importaciones.
“Cada año nuestra entidad, apuntó, sobresale en la labor innovadora y por ello nos seleccionan como sede de actos provinciales y nos entregan reconocimientos nacionales; algo que nos reconforta. Por eso la entrega de la distinción 8 de octubre a nuestro colectivo en esta jornada constituye un impulso para seguir”.
Ante la carencia de piezas y equipos los trabajadores de esta entidad destacan en la búsqueda de soluciones, por ello durante el acto varios fueron reconocidos por sus aportes innovadores.
Entre ellos destaca Humberto López Bujardón, mecánico de refrigeración, que lleva más de 30 años en la entidad y que ha logrado la garantía de la cadena de frío de los alimentos con las piezas que innovó para el control del nivel de líquido del amoniaco, el sistema de acoplamiento de la nevera o la adaptación de un manómetro en el compresor.
“Son muchas más, asegura, las cosas que he hecho, pero ni las cuento ni se exactamente la cantidad de dinero que he ahorrado, aquí lo importante es seguir produciendo, por eso me jubilé, pero me reincorporé y sigo haciendo lo mío”.
Gracias a ellos, como alega Rodríguez Suárez, es que asume la entidad, además de sus compromisos con la canasta familiar y organismos como Salud y Educación, otras elaboraciones como el chorizo, las jamonadas, las croquetas conformadas, los tendones condimentados, las masas reinas, la mortadela, las masas cárnicas, que comercializan en un punto de venta y ya les ha ingresado más de seis millones de pesos.
Claro, para garantizar estas elaboraciones, de igual manera, como señala la directora, se han encadenado con algunas micro, pequeñas y medianas empresas para adquirir la harina de trigo y el MDM que emplean y les ha permitido no detenerse.
En las palabras de clausura, Osmany Ramírez Perna, presidente del buró provincial de la Anir, felicitó a este colectivo que “cuenta con hombres y mujeres que aportan con su creatividad a la solución de problemas productivos esenciales para el pueblo”.