La décima en todas sus expresiones es patrimonio cultural vivo del pueblo cubano; y la tercera edición del Encuentro Internacional de Improvisación Poética Oralitura Habana, que acaba de concluir en La Habana, ha demostrado una vez más sus credenciales. El lema de la cita es una declaración de principios: ¡La décima es lo que se usa! Es la reafirmación de una permanencia en el gusto de tantísimos cubanos, que garantiza un auténtico movimiento de poetas repentistas.
El verso improvisado, que se abre a varias métricas, ha trascendido hace mucho el ámbito rural al que algunos han pretendido circunscribirlo. Se improvisa en campos y ciudades, con notable vuelo y singular aliento lírico. Ha devenido también crónica de una cotidianidad acuciante, que encuentra recreación comprometida en la obra de distintas generaciones de poetas.
Pero indudablemente el espíritu del guateque de toda la vida sigue marcando esta tradición.
En esta convocatoria de Oralitura Habana, que ha contado con participantes de Cuba y otras naciones, se ha honrado ese acervo en conciertos, presentaciones de títulos, espectáculos escénicos y un significativo programa teórico. El Encuentro estuvo dedicado a los 30 años de la muerte del célebre repentista Justo Vega, a los 20 años de creación de la Casa de la Décima Celestino García, de Pinar del Río, y al IV Congreso de la Asociación Hermanos Saíz.