Más de una decena de ponencias sobre el ejemplo de Lázaro Peña González en el sindicalismo revolucionario, así como la relevancia del pensamiento de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara para corregir la ética de los dirigentes y la gestión representativa del sindicato ante los trabajadores, se presentaron en el Séptimo Taller de Historia del Movimiento Obrero en Guantánamo.
Acontecido la víspera en esa urbe oriental cubana, con el auspicio del comité provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el encuentro significó una importante reciprocidad de conocimientos, doctrinas y maneras de hacer para mejorar la ejemplaridad de los dirigentes sindicales ante los desafíos actuales y futuros.
Durante la inauguración, la conferencia Martí y el Deber, de la Doctora en Ciencias y Presidenta de la Sociedad Cultural José Martí en Guantánamo, Noralis Palomo ofreció a los participantes hechos y motivos poco conocidos que abonaron en el Héroe Nacional de Cuba su deber con la Patria y la expresión de esa obligación en su comportamiento hasta morir.
Líderes sindicales y trabajadores de seis de los 15 gremios obreros de la provincia desarrollaron en dos comisiones sus análisis en torno a las relaciones de trabajo ante los colectivos en el sector de la Salud y la Cultura, los valores que deben manifiestar los cuadros en la Educación, la Ciencia y el Deporte y la vigencia del ideario del Che en el accionar obrero entre transportistas.
En las conclusiones del taller, la Máster en Ciencias Regla Martínez Hechavarría, Directora de Desarrollo Territorial en el municipio Guantánamo ofreció una interesante indagación sobre las batallas del sindicalismo en la cotidianidad, con énfasis en el contacto necesario y la identificación con los trabajadores y sus problemas, el deber ser ante los colectivos suplantado por la inactividad que debilita ese principio de vinculación con las masas.
Asimismo, la falta de información para enfrentar intercambios, la incapacidad para asumir roles de dirección y liderazgo, los escenarios descuidados, las influencias abandonadas, y las canteras y juventud desamparadas y desmotivadas frente a un ambiente laboral donde a juicio de la ponente, aún faltan más espacios de análisis para medir el impacto del trabajo sindical y señalar las reservas.
Los valores de Lázaro Peña González, líder de la clase obrera cubana también centraron el intercambio en el que se evocaron sus palabras ante la ejemplaridad de los líderes sindicales, lo vital en reconocer que el trabajador es lo primero y en los momentos difíciles incentivar el esfuerzo hacia adelante «sin dejar de resolver, ni responder ni un contratiempo».