La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, confirmó que el próximo 15 de octubre los ecuatorianos volverán a las urnas para elegir el presidente en un balotaje entre Luisa González y Daniel Noboa.
Con más del 60 por ciento de las actas contabilizadas, la jefa del organismo rector de los comicios aseguró que los resultados observados ya marcan una tendencia irreversible.
Atamaint felicitó la actitud democrática de los candidatos presidenciales que reconocieron los resultados inmediatamente, pues son el reflejo de la voluntad popular expresada en las urnas.
Luisa González, de la Revolución Ciudadana, avanza a la segunda vuelta con alrededor del 33 por ciento de los votos y se convierte así en la primera mujer del país en llegar a disputar en balotaje la presidencia de la República. La representante del movimiento correísta busca devolver al país los días en la nación que había seguridad y tenía una economía estable, con salud, educación y desarrollo social.
La sorpresa de la noche fue Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), y quien en las primeras encuestas aparecía a la cola de las preferencias.
El más joven de los aspirantes al Ejecutivo, empresario y exlegislador, llegó de forma inesperada al segundo lugar de la contienda y busca cumplir el sueño de su padre, Álvaro Noboa, cinco veces candidato a la presidencia sin éxito.
Los seis restantes aspirantes a la jefatura del Ejecutivo que se presentaron a estos comicios aceptaron su derrota.
La jornada de votaciones de este domingo concluyó con un 82,26 por ciento de participación y transcurrió sin incidentes violentos, mientras 100 mil policías y militares estaban desplegados por el país.
Este proceso electoral tiene lugar en medio de la mayor ola de inseguridad en el país, que incluso costó la vida al candidato presidencial Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto, cuando sicarios lo acribillaron a balazos al salir de un mítin.
Aunque aquí el voto es obligatorio para ciudadanos entre 18 y 65 años, Prensa Latina constató que los ecuatorianos fueron a las urnas motivados, en busca de un cambio que permita hacer frente a ese escenario de incremento de la delincuencia y el crimen organizado. (Tomado de PL)