El hotel Roc Arenas Doradas acaba de cumplir 27 años satisfecho por la estabilidad de una fuerza laboral compuesta por 15 fundadores y una mayoría de trabajadores de mucho tiempo en la instalación del grupo Gran Caribe.
Lubisel Ojeda llegó mucho antes de la inauguración. Lo hizo en aquella avanzada iniciar para limpiar y dejarlo todo listo para la entrada en servicios. “Me he dedicado a lo que hago. El hotel es mi segunda casa», dice con un orgullo que no esconde. Hoy asume feliz la jefatura de la Recepción. «He atendido aquí a millones de turistas. Lo importante es no cansarse de hacer bien lo que te toca», dice complacida.
La historia de esta instalación no podría ser contada sin la justa mención a José Jesús Maden Machado, fundador en función de secretario general del buró sindical. Él siempre ha sido asistente de Recepción, lo que se conoce como maletero. Cualquiera en este rol, se convierte en el primer contacto con el cliente y también en el último. «Por lo general los recibo y los despido», confiesa con una leve sonrisa.
Maden tiene una máxima, predicar con ejemplo. Quizás por eso en época de entrega de propina para la compra de medicamentos destinados a la lucha contra el cáncer, él abonó más de 5 mil pesos convertibles (CUC). Recuerdo que la primera vez que lo entrevisté, le llamé el Propinero Mayor. En aquellos tiempos, nadie aportaba más que él en el grupo hotelero Gran Caribe en el país.
Su integralidad le valió para ser merecedor por 12 años de una categoría superior como la de Vanguardia Nacional, Líder de la Calidad, y ganar la medalla de Hazaña Labora y la Jesús Menéndez.
«En mi trabajo trato de satisfacer siempre al cliente. Todo el mundo debiera hacer lo mismo, en cualquier lugar donde se haga turismo».
Una opinión similar comparten Miladys Milián Ángulo y Rolando Cabrera Bacallao, bartenders en el lobby bar El Patio, sitio donde siempre reciben a los huéspedes con la misma sonrisa. Ella llegó primero que él, pero a los dos les une el amor por este mundo de trago, cocteles, preparaciones de todo tipo.
“Llevo 26 años aquí. No soy fundadora, pero estoy picando los 27”, y regala su sonrisa mientras sirve la crema… A su lado está Rolando, su compañero de jornada. “Yo voy para 18”, precisa. “He aprendido de consagrados como Miladys. Habla cinco idiomas”. Dice Miladys que algunos los aprendió de manera autodidacta. Al referirse a la instalación, asegura que: «El hotel existe gracias a sus trabajadores, a los fundadores y a los que llevamos una vida entera aquí. Yo misma entré con 18 años y mantengo las mismas ganas del primer día. Si esto no es amor, qué es entonces”.
La instalación fundada el 14 de agosto de 1996 destaca por su espectacular arquitectura y excelente tramo de playa. Nada sin embargo supera la profesionalidad y espíritu amable de sus empleados, reconocen no pocos de sus clientes.
De eso no tiene duda alguna Sheila Álvarez Bouza, subdirectora general del Roc Arenas Doradas. “Tenemos un promedio de 270 trabajadores. Ellos son el valor más preciado que tiene la instalación”.
El empresario Vladimir Martínez García Cano, director general de este Roc , opina que “gracias a los empleados estamos bien posicionados entre los cinco de esta marca en Cuba y la intención es seguir mejorando”.
Los mercados de Canadá, Alemania y Rusia dominan las estancias en este Roc Arenas Doradas y elevan la ocupación, entre otras emisiones internacionales, y el mercado nacional, que aporta un aproximado del 30 por ciento de las estancias, precisa Martínez.
Para seguir elevando los atractivos en la instalación, hay inversiones en marcha y otras ya concluidas, para favorecer tanto a clientes externos como a los internos, en ese objetivo de complacer a unos y a otros en un hotel con 27 años, uno de los más veteranos de Varadero.
A pesar del desafío de elevar todos los días la calidad en los servicios en Roc Arenas Doradas, un punto a favor en ese propósito está en que más trabajadores se le parezcan a Lubisel, Maden, Miladys y a Rolando, quieran lo que hacen y, además, lo demuestren.
Felicidades.Participe en su construcción desde el Inicio .Me encargue de Hincar cada uno de los 500 pilotes que lo sustentas y luego de las instalaciones Hidráulicas Sanitarias Fui escogido por mi trabajo para junto a mi familia estar hospedado tres maravillosos días que aún recordamos con mucho cariño porque recibimos una atención maravillosa y de seguro alguno de sus trabajadores fundadores contribuyeron a eso.Tambien un nutrido grupo de trabajadores de su construcion disfrutaron del estreno de este emblemático Hotel
Saludos Ramón. Esa práctica debiera retomarse. Que los trabajadores que construyen un hotel la disfruten en su puesta en marcha. Gracias por comentar.