Pambis Kyritsis: La barbarie capitalista no es el camino

Cuba fue la primera parada de un recorrido que realiza Pambis Kyritsis, secretario general de la Federación Sindical Mundial, FSM, por América Latina. Los próximos destinos serán México, Perú y Brasil

Este domingo concluyó la visita a Cuba de Pambis Kyritsis, secretario general de la Federación Sindical Mundial (FSM). El chipriota agradeció las muestras de afecto y el respaldo ofrecido siempre a la organización clasista, internacionalista y antimperialista, dentro de la cual la CTC ocupa una de las vicepresidencias, y La Habana hospeda a la representación regional para América Latina y el Caribe.

Durante algo más de dos jornadas, el exjefe del Sindicato Panchipriota del Trabajo intercambió con dirigentes sindicales cubanos y recorrió importantes centros laborales, como la empresa Internacional Cubana de Tabacos S. A., destinada a la producción industrial y comercialización de puros exportables; y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, puntero de la ciencia y de la respuesta de Cuba a la pandemia de la COVID-19.

También visitó la Industria Electrónica Camilo Cienfuegos, de referencia en el uso de la energía eólica; y la Empresa Siderúrgica José Martí (Antillana de Acero), que recién ha estrenado una línea de producción de acero.

En los recorridos participaron el panameño Alberto Enrique Reyes, miembro del Secretariado Ejecutivo de la FSM; el cubano Ernesto Freire Cazañas, coordinador de la Oficina Regional de la FSM en América Latina y el Caribe; y la chipriota de origen hondureño Gabriela David, asesora y traductora del secretario general.

Por la parte cubana los recibió Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buro Político y del Comité Central del Partido y secretario general de la CTC. Lo acompañaron en sus recorridos Ismael Drullet, miembro del Secretariado Nacional de la CTC y Gertrudis Simón Pineda, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales de la central sindical cubana, además de otros dirigentes.

En varios momentos el dirigente chipriota comentó que no fue casual la elección de Cuba como primer destino de una visita a la región, sino un reconocimiento al aporte que durante tantos años ha realizado la CTC a la FSM.

Informó además que, por acuerdo unánime del Secretariado Ejecutivo de la FSM, el 26 de julio fue declarado Día de la Solidaridad con Cuba, jornada para la cual han previsto protestas frente a las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo, con el lema ¡Paren el bloqueo ya!

En un aparte con Trabajadores, Pambis Kyritsis abordó los desafíos de su organización y reconoció la vigencia de principios fundacionales, como el internacionalismo y el antimperialismo. Recordó que la FSM no es un partido político, sino una federación de sindicatos de orientación clasista e independiente, libre de burocracia y corrupción.

“En las filas de la FSM pueden estar todos los que comparten nuestros principios y valores. En muchos países tenemos miembros que son de diversas organizaciones y por supuesto que en su interior hay diferencias entre sí, pero todos se unen bajo los preceptos y propuestas acordadas en la FSM, e implementan nuestros acuerdos”, destacó.

“Yo creo que esa unidad bajo los mismos valores y principios ayudará mucho a la izquierda, pues son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Ese es el rol que nos toca jugar hoy en el movimiento sindical internacional”.

Interrogado acerca del optimismo con que mira al mundo de cara al siglo XXI, Pambis recordó que en el año 2005 tuvo lugar el XV Congreso de la FSM en La Habana: “Allí se acordaron muchos cambios, entre ellos dejar la burocracia detrás y renovar el liderazgo. Así fue como tuvimos a George Mavrikos como secretario general durante 17 años, fue una etapa de grandes saltos en la afiliación y en el trabajo en general.

“Ese avance alegra a nuestros amigos, decepciona a nuestros enemigos y no faltan quienes han tomado distancia. Algunos están intensificando los ataques contra nuestras representaciones en el mundo, lo hacen de manera poco ética y emplean financiamientos de origen oscuro, aunque nosotros sabemos quiénes tienen recursos y de dónde vienen. Ellos pretenden frenar la expansión de la FSM, que ya tiene más de 105 millones de afiliados en 133 naciones”, enfatizó.

“Ciertamente vemos el futuro con optimismo, nos basamos en las manifestaciones y luchas que están sucediendo en todo el mundo, incluso en países que son el corazón del sistema capitalista, entre ellos Reino Unido, Alemania, Francia, así como naciones del sur de África y Asia. Es una evidencia de que los trabajadores se cansaron de pagar el coste de las crisis capitalistas.

“En todas esas luchas los miembros de la FSM están en primera línea, eso nos hace sentir optimistas, pues sabemos que solo así se puede cambiar el mundo. La barbarie capitalista no es el camino a la salvación del mundo.

“Cuba es inspiración, da fuerzas a los pueblos que luchan” —reconoció el chipriota tras cuatro viajes a la Mayor de la Antillas—, ustedes son un pilar fundamental para la FSM, pues no solamente hacen un excelente trabajo desde la Oficina Regional que radica en La Habana, sino que proyectan nuestro quehacer a todo el mundo.

“En momentos difíciles la CTC siempre ha estado entre las fuerzas de vanguardia para apoyar a la FSM. No fue una casualidad que se efectuara en La Habana aquel XV Congreso (2005) histórico en que retomamos los principios fundacionales para continuar avanzando”.

Uno de los frentes de lucha de la FSM hoy es la Organización Internacional del Trabajo (OIT): “Las organizaciones internacionales como Naciones Unidas y la OIT han perdido soberanía, están controladas por Estados Unidos y su sistema de alianzas”, explicó.

“La actual representación de los trabajadores ante la OIT es inadmisible, ellos tienen bloqueada la participación de la FSM como organización, aunque tuvimos una presencia histórica y los convenios más importantes llevan nuestro sello. La Confederación Sindical Internacional (CSI) ha monopolizado el organismo multilateral y el sistema de elecciones refuerza esa realidad.

“Es algo inaceptable, pero no dejaremos de luchar por una OIT más justa y democrática. Mientras lo conseguimos aprovechamos las posibilidades que ofrece el sistema: organizamos actividades dentro y fuera de la OIT, nos reunimos con el Director General y le dejamos por escrito las opiniones acerca de cómo pensamos que debe trabajar la organización. Es parte de una lucha que sigue en el centro y en las periferias del sistema capitalista”.