Desafiada por la urgencia de dar respuestas a problemas que tienen que ver con la sobrevivencia de la civilización, abrió sus puertas aquí, pasadas las cuatro de la tarde (hora local), la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno CELAC-Unión Europea, que se extenderá hasta este martes.
En la importante cita birregional, la Mayor de las Antillas está representada por una delegación de alto nivel que encabeza el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien pasada la una y media de la tarde llegó a la sede del Consejo Europeo, escenario de la III Cumbre.
“Creemos que podemos tener una buena Cumbre, con provecho para América Latina y el Caribe”, había expresado en la mañana de este lunes el Presidente cubano durante un cordial intercambio, en Bruselas, con Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, y presidente por témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En ese diálogo Díaz-Canel Bermúdez ratificó que Cuba hará todo lo posible para que la Cumbre sea exitosa, al tiempo de destacar la relevancia de que una isla del Caribe esté ocupando la presidencia de la CELAC.
Tras ocho años de no encontrarse, al máximo nivel, los dos bloques que hoy confluyen en Bruselas a través de líderes europeos, latinoamericanos y caribeños, se realiza la III Cumbre -con representantes de los 33 países de la CELAC y los 27 de la Unión Europea-, cuyo lema es «Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible».
La Cumbre, a propósito de la cual más de una voz coincide en que igualdad y respeto deben ser palabras claves en pos del éxito del encuentro birregional, está copresidida por el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y por el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en su calidad de presidente por témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Como ya es tradición, movimientos populares, organizaciones sociales y fuerzas políticas de Europa, América Latina y el Caribe realizarán, a la par de la cita de los dignatarios, una Cumbre de los Pueblos, la cual tiene como sede, esta vez, a la Universidad Libre de Bruselas.