Cargando...Por Daniela Estevan Polo, estudiante de Periodismo
La conferencia Visión del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en la implementación del Marco Global de Biodiversidad abrió la segunda jornada de sesiones del XIII Congreso de Áreas Protegidas, en el marco de la XIV Cumbre Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo.
Como estrategia de las Naciones Unidas liderada por China y Canadá desde 2022, este marco se propone detener y revertir la pérdida de la naturaleza en un contexto de peligroso declive que amenaza la supervivencia de un millón de especies y afecta la vida de miles de millones de personas.
Los objetivos que deben alcanzarse con vista al 2050 se basan en la salud de ecosistemas y las especies, incluida la detección de su extinción inducida por el ser humano, el uso sostenible de la biodiversidad y el reparto equitativo de los beneficios.
Alan Valverde, integrante del proyecto, explicó que son cuatro los retos globales para la preservación de ecosistemas que lideran la lista de prioridades del Marco Global de Biodiversidad: la detención del proceso de extinción acelerado que llevamos, utilizar y gestionar la diversidad biológica de manera sostenible, compartir los beneficios de manera justa y equitativa y dotar de recursos necesarios a las partes firmantes, especialmente a los países en desarrollo.
Para su cumplimiento se implementó el concepto de “otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas (OMECs)”, que relaciona la conservación de las especies con el manejo adecuado y equitativo de los recursos.
A diferencia de un área protegida, cuyo objetivo es la conservación de la biodiversidad, las OMECs aportan a la recuperación de especies amenazadas y mantienen soluciones ecosistémicas de forma resiliente.
Afirmó Valverde en su intervención que “todas las crisis climáticas parten de una misma cosa, y cuando comenzamos a verlas de diferentes formas, la biodiversidad se va quedando atrás, pero es ella precisamente la que nos permite estar acá, de ahí la relevancia de esta meta”.
Un muestreo de datos claves para el análisis de la situación, recogidos en el Informe Planeta Vivo de 2019, plantea que el 25 % de los animales están amenazados, además, América Latina y el Caribe se posiciona como la región del planeta con mayor pérdida de la biodiversidad con el 94 %.
El cambio climático exacerba todas las demás variables y la biodiversidad no escapa de ello, potenciar el manejo productivo y el consumo sostenible son metas a alcanzar para su erradicación, concluyó Valverde.
