Nos reunimos en ocasión del aniversario 53 de Trabajadores, no para agasajarnos precisamente sino para analizar por dónde andamos en esta compleja faena diaria que es el periodismo.
Según la clasificación etaria de la Organización Mundial de la Salud, nuestra publicación se encuentra en la adultez, lo que son significa que nos hayan abandonado los ímpetus juveniles, todo lo contrario. Nos hemos atrevido, sin formar parte del experimento nacional para transformar el modelo de gestión de la prensa, a incursionar en ese camino, y en la reunión se dedicó un buen tiempo para hablar de nuestros proyectos que avanzan, no sin tropiezos, como todo lo que se aparta de lo rutinario y establecido.
Y es que ante las urgencias que nos impone la realidad y las carencias que padecemos no podemos permanecer estáticos, nos toca ser y lo estamos siendo, propositivos.
Era de esperarse que salieran a relucir las tremendas limitaciones que periodistas de la redacción nacional y corresponsales enfrentamos en nuestro quehacer diario, pero ante todo se habló de utilizar más el talento colectivo y de ascender cada vez más escalones en el empeño por acompañar los disímiles retos derivados de la actualización del modelo económico cubano.
La economía debe estar en el centro de atención de este órgano, subrayó el presidente nacional de la Upec, mientras que el secretario general de la CTC abordó el amplísimo abanico de temas que ello impone y el papel que le corresponde al periódico en la formación de una conciencia de asimilación de todos ellos , como paso indispensable para llegar a la sociedad próspera y sostenible que nos proponemos.
No faltó el momento para reconocer a los buenos, los que han entregado décadas a la publicación, con el sello por medio siglo de trabajo y de manera colectiva la CTC puso en manos del periódico, en la persona de su director, el sello el conmemorativo del aniversario 80 de la central sindical.
Al día siguiente una representación del colectivo acudió a un intercambio con los lectores de la Empresa de Tabaco Torcido José Martí, y nos apoyamos en el lector de tabaquería, para darles a conocer a los trabajadores la maestría periodística de un texto escogido para la ocasión de la autoría de uno de los redactores emblemáticos de nuestra plantilla: Julio García Luis.
Laboriosidad y sentido de pertenencia, reinan en la galera donde muchos acumulan años de quehacer y se sienten satisfechos de su obra. El oficio aquí se ha convertido en tradición familiar, como lo demuestra, entre otros, Pedro Pablo Valdés, orgulloso de sus 33 años como tabaquero, labor que asumió por influencia de su padre, y en el que se involucraron su esposa Katiuska y su hija Amanda, que se forma como aprendiz.
Historia se respira en un colectivo donde cada año reproducen el famoso Habano conocido como Libertador, donde a finales del siglo XIX llegó a Cuba la orden de alzamiento para reiniciar la guerra contra el colonialismo español, una producción especial hecha por encargo de la Sociedad Cultural José Martí que constituye la simbólica manera de reconocer cada enero a los más destacados estudiosos de la obra de nuestro Héroe Nacional.
Y el presente se siente alentador al constatar los buenos resultados de la aplicación en la fábrica de las facultades otorgadas a la empresa estatal socialista, la elevación sustancial de los salarios a partir de las utilidades, el pago por alto desempeño, la atención a los trabajadores y en especial a los más vulnerables…
Nos retiramos permeados de pasado, presente y futuro, enriquecidos por el contacto obrero y comprometidos a narrar el devenir de este sector laboral tan vinculado a nuestras luchas y del aromático producto que, cual obra de fina orfebrería, sale de sus manos.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …