Los desafíos de trabajar en un planeta más caluroso cada día están afectando a los trabajadores en un número creciente de países en todo el mundo, elevando el riesgo de enfermedades ocupacionales relacionadas con el calor y también disminuyendo la productividad en diversas actividades laborales.
En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desarrolló el martes y miércoles de la pasada semana en Doha, capital de Qatar, una conferencia internacional que llevó por título “Estrés por calor ocupacional: implementación de prácticas, intercambio de experiencias”.
Organizado en colaboración con el Ministerio de Trabajo del país sede, el evento reunió a representantes de Gobiernos, trabajadores y empleadores de los Estados árabes, así como a destacados investigadores en el campo del estrés por calor de todo el mundo.
Durante el encuentro, fueron debatidas las conclusiones del trascendente informe de la OIT titulado Trabajar en un planeta más caliente: El impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente, así como también las últimas investigaciones sobre los efectos para la salud de la exposición al calor y las recomendaciones políticas pertinentes.
De acuerdo con el citado documento, a todos los efectos ambientales y económicos previstos como consecuencia del cambio climático se suma el impacto que el calentamiento del planeta tiene en el cuerpo humano, pues el alza de las temperaturas aumentará el estrés térmico, vale decir, la carga de calor que se recibe y acumula en toda persona como consecuencia de las condiciones ambientales.
Ese tipo de estrés tiene relación con el calor que puede soportar el organismo humano sin sufrir una degradación fisiológica, la cual se produce generalmente a temperaturas superiores a los 35 grados centígrados (°C) en condiciones de elevada humedad.
El exceso de calor en el ámbito laboral constituye un riesgo para la salud en el trabajo, al restringir las funciones y aptitudes físicas de los trabajadores y su capacidad para trabajar, y en consecuencia, disminuir la productividad. En casos extremos puede provocar además insolaciones, que podrían llegar a ser mortales.
En conclusión, el incremento del estrés térmico en el trabajo provocado por el cambio climático no solo afectará la salud de los trabajadores, sino que tendrá repercusiones adversas en la productividad laboral y provocará enormes pérdidas económicas.
De tal modo, se prevé que para el 2030 se perderá el 2,2 % de las horas de trabajo en todo el mundo, equivalente a 80 millones de puestos de trabajo de tiempo completo, y que implicará pérdidas económicas ascendentes a 2,4 trillones de dólares, perturbaciones que impactarán en mayor grado a los países más pobres.
Ante el negativo impacto del cambio climático, particularmente en el mundo laboral, el estudio de la OIT aboga por la formulación, financiación y aplicación de políticas nacionales que permitan paliar los riesgos del estrés térmico y proteger a los trabajadores.
Entre otras recomendaciones, el documento destaca el fomento de infraestructuras adecuadas, el desarrollo de sistemas de alerta temprana y mejoras en la aplicación de las normas internacionales en materia laboral, particularmente en las esferas de seguridad y salud en el trabajo; y sugiere a empleadores y trabajadores evaluar los riesgos y adoptar las medidas pertinentes en las áreas donde se labora.
Vale apuntar que el informe de la OIT se basa en datos registrados hasta el momento de su elaboración (año 2019) y en cálculos que suponen un aumento promedio de la temperatura mundial este siglo no superior a 1,5 °C, según lo previsto en el Acuerdo de París del año 2015.
Además del trascendente informe presentado por la OIT, el Gobierno de Qatar presentó un resumen de las investigaciones sobre el estrés térmico realizadas en el país en el 2019, y cómo han dado lugar a una nueva legislación en vigor desde el 2021, la cual amplía las horas durante los meses de verano en las que se prohíbe trabajar al aire libre, exige controles de salud anuales para los trabajadores y evaluaciones de riesgos obligatorias a cargo de las empresas.
Los participantes en el evento también compartieron experiencias y estudios internacionales de África, Asia, Europa y América Latina.
“Las temperaturas inusualmente cálidas no solo causan trastornos y daños significativos al medio ambiente, sino que su impacto en la salud humana está alcanzando proporciones alarmantes. El estrés térmico también reduce la productividad de los trabajadores”, declaró la Dra. Ruba Jaradat, Directora Regional de la OIT para los Estados Árabes.
La alta funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo formuló además un reclamo que con toda certeza es aplicable en todas las regiones de un planeta cada día más afectado por los graves trastornos que le ocasiona el cambio climático en curso:
“Es necesario un compromiso más concertado por parte de Gobiernos y empresarios para prevenir y mitigar el impacto del estrés térmico en los trabajadores de todo el mundo», afirmó la Dra. Jaradat.
(Con información de sitios web de la OIT y Noticias ONU)
Muy bien ¿ y aquí que se piensa hacer por parte de nuestras administraciones y sindicatos, hay algún plan, indicaciones, etc ?