Otro ejercicio de superación trata de escribir por estas fechas el boxeo cubano en Uzbekistán. El campeonato mundial, con sede en Taskent se antoja como otras de esas pruebas en las que uno cree que puede salir bien, pero que siempre invita a cierta mesura, cuando hay aspectos de la materia que no se afianzaron como deseábamos.
A la lid, la selección criolla asiste con un balance entre jóvenes y consagrados. Los primeros, dueños de notable talento e inexperiencia internacional. ¿Los segundos? para qué abundar, usted hasta pueda memorizar sus botines.
Esta confrontación en Asia Central puede tener mucha importancia para el pugilismo patrio, más allá de resultados. Recordemos que en el último período varios de sus principales figuras abandonaron el equipo nacional, algunos de ellos, primeros en su división y con marcado protagonismo en confrontaciones internacionales.
A ello se suma que los premios en metálico ascendieron, algo que sin duda debe repercutir en el nivel de los participantes.
En lo individual hombres como Julio César La Cruz (92 kg), Roniel Iglesias (67 kg), Arlen López (80 kg), Lázaro Álvarez (63,5 kg), Yoenlis Hernández (75 kg) y Yosbany Veitía (54 kg), buscarán ampliar su número de coronas, sin embargo, prefiero enfilar nuestras miradas en Alejandro Claro (48 kg), Erislán Romero (51 kg), Saidel Horta (57 kg), Erislandis Álvarez (60 kg), Jorge Cuéllar (71 kg), Nelson Williams (86 kg) y Fernando Arzola (+92 kg), quienes tal vez en este y el próximo ciclo olímpico se erijan como puntas de lanza de ambiciosos objetivos.
El 14 de mayo conoceremos el final de este examen que tocará escribir con los puños y del que esperamos salir aprobados con sobresaliente. ¿No lo cree?
Muy instructivo felicidades