Mientras conducimos La Guagua rumbo al viernes 5 de mayo, a bordo escuchamos que de las palabras aguar y fiesta se forma aguafiestas, nombre dado al perturbador de cualquier diversión o regocijo.
Cada cual puede pensar lo que desee, pero a este conductor no le parece que los millones de cubanas y cubanos que postergaron las actividades conmemorativas de Día Internacional de los Trabajadores, lo hayan decidido con el ánimo de fastidiar a nadie.
Más bien deben de haberlo hecho para mantener un símbolo que a través de los años se ha fortalecido al irse actualizando como medio de la clase obrera internacional para el enfrentamiento en la lucha de clases y buscar solución a la contradicción fundamental que sigue siendo Capital vs. Trabajo.
Al observar en tiempo y espacio concretos, es decir, hoy mismo en Cuba, no caben dudas de que cuando a las 7 a. m. del día 5, en cuadro apretado los trabajadores y sus familiares comiencen los desfiles y concentraciones, le estarán aguando la fiesta a unos cuantos, aunque no sea el propósito.
Se trata del poderoso enemigo y sus acólitos que al entrar el país en una crisis de combustible creyeron que sería suficiente para echar a andar la bola de la suspensión de esa demostración del tradicional respaldo popular al sistema social que reivindica al proletariado.
Como aclaró el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez:
Quienes han movido la matriz de no celebrar la fiesta del proletariado mundial en Cuba son la contrarrevolución y los odiadores, no los trabajadores del país.
Y argumentó:
A pesar de la situación compleja con el combustible, el Día Internacional de los Trabajadores hay que celebrarlo. Forma parte de nuestra identidad.
Nosotros tenemos que ser coherentes ante las complejidades con el combustible. Lo podemos hacer de diferentes maneras, como actos de concentración, a nivel de barrio, en comunidades, acudir a lugares donde podemos concentrarnos para desfilar.
Cada provincia hará su propio diseño, lo que sí debemos es realizarlo en todo el país a la vez.
Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, precisó:
La jornada tendrá lugar con actos de concentración o desfiles, según sea la decisión de cada territorio, en todos los municipios del país y las capitales provinciales, e integrados con los sindicatos, las organizaciones del barrio y en las comunidades campesinas.
La movilización será con el mínimo e imprescindible uso del transporte, pues será necesario en la logística y montaje de la técnica, pero como concepto la movilización es a pie.
Así, al más poderoso de los enemigos que se puede tener, y a sus correligionarios se les aguo la fiesta, pero ante la situación presentada escasas horas antes del Primero de Mayo, la contrarrevolución y los odiadores renovaron sus animadversiones.
Creyeron que la repentina lluvia estropearía la celebración de los trabajadores cubanos y habría que cancelar las actividades conmemorativas que han alcanzado la categoría de símbolo, pero se les vuelve a arruinar la fiesta.
La Televisión Cubana, transmite la nota informativa de la Central de Trabajadores de Cuba:
Primero, con una predicción científica demostrativa de que el hombre puede relacionarse con la naturaleza y dominarla, los meteorólogos aportaron datos para tomar decisiones que permiten esperar con alegría las necesarias lluvias para irrigar los campos y almacenar el líquido que merma ante la prolongada sequía.
Este aporte de humedad puede beneficiar precisamente uno de los principales objetivos del movimiento sindical de aportar esfuerzos a todo lo que brinde alimentos agropecuarios, y postergar toda la demostración de respaldo para el viernes 5 de mayo a partir de las 7 de la mañana.
En resumen: tal pareciera que entre tantas adversidades de todo tipo, la lluvia ha querido dar su apoyo a los hombres y mujeres que trabajan la tierra y a esas comunidades preocupadas por el agotamiento de las fuentes de abasto de agua.
Reverdecerán los campos tras estas precipitaciones y también rebrotará con mayor intensidad el entusiasmo durante el postergado Día Internacional de los Trabajadores en cuya celebración el viernes 5, Cuba hará gala de racionalidad y eficiencia para acudir masivamente a los desfiles y concentraciones.
Y para quienes tratan de confundir al mundo con la mentira de que las personas van obligadas, son válidas las reflexiones de un ciudadano español, Julio Alonso, quien dice:
Supongamos que van obligados, pero ¿cómo se puede obligar a hombres, mujeres, niños… a toda esa masa heterogénea de personas a reír cuando desfilan? Hay que ser… para decir que los obligan a poner cara de alegría…
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Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Y para reafirmar aún más el apoyo de los trabajadores al Socialismo, también desfilaremos el día 5 en honor de Karl Heinrich Marx, como regalo de cumpleaños.