Como muy positiva se valora por las autoridades del Ministerio de Justicia (Minjus) la implementación del Código de las Familias (CF) durante los 6 primeros meses de su entrada en vigor.
Pilar Alicia Varona Estrada, viceministra de ese organismo, y Olga Lidia Pérez Díaz, directora de Notarías y Registros Públicos, accedieron a resumir algunos de los principales resultados de la aplicación de la Ley 156/2022, aprobada mediante referendo popular el 25 de septiembre del pasado año, y publicada en la Gaceta Oficial dos días después, luego de su firma por el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Varona Estrada explicó la gradualidad en ese proceso de apropiación por la ciudadanía de la nueva norma legal. “En la medida en que ha sido necesario, la población ha venido haciendo uso de las distintas figuras que regula el Código de las Familias”. Este estreno de la tan esperada legislación del derecho familiar en Cuba ha transcurrido “sin incidencias negativas”, valoró la funcionaria, al referirse al intercambio sistemático que han realizado semanalmente, mediante videoconferencia, con los directores provinciales de Justicia, subdirectores y jefes de departamento de Notarías y Registros de sus Direcciones provinciales.
Algo más que números
Entre los indicadores estadísticos o cuantitativos que mensualmente el Minjus ha venido evaluando como parte de esa progresiva implementación, Olga Lidia Pérez Díaz destacó como la figura de mayor impacto a las escrituras de asentimiento para disponer de la vivienda familiar, con un acumulado de 2 mil 364.
También resultó significativa la cifra de escrituras de consentimiento para el acceso a técnicas de reproducción asistida en seres humanos, que ya suman mil 232.
“Consideramos que fue un acierto del Código que el consentimiento se emitiera en documento notarial por el valor probatorio que esto ofrece”, opinó la directora de Notarías y Registros Públicos, quien resaltó que tal posibilidad es “muestra del principio de autonomía de la voluntad de las personas que desean acceder a estas técnicas”.
Otros datos llamativos son el de los pactos matrimoniales donde los futuros cónyuges se acogieron a un régimen económico distinto al de la comunidad de bienes, que fueron solo 103; y la revocación de donaciones, sobre todo de viviendas, por las causas previstas, como por ejemplo, la ingratitud, que ascendieron a 35.
Los matrimonios entre personas del mismo género hasta el cierre de marzo sumaron 745 parejas (462 entre hombres y 283 de mujeres); mientras que se oficializaron 35 uniones de hecho afectivas. A seis recién nacidos se les inscribió con el primer apellido de la madre también como su primer apellido.
Añadió la funcionaria que en menor medida se han autorizado pactos de convivencia, contratos de alimentos y la delegación voluntaria de parte del ejercicio de la responsabilidad parental. “Esta última institución es muy excepcional y requiere de la intervención del Fiscal y la escucha del menor por un equipo multidisciplinario que coordina la FMC, si el infante tuviera la madurez y autonomía progresiva para ello”, amplió.
No obstante, Pérez Díaz señaló que todavía hay posibilidades previstas en el CF que no se aplican o se aprovechan en toda su magnitud. Al respecto, citó figuras como el contrato de alimentos y la designación de apoyos en vía notarial, en los supuestos en que sobrevenga una causa que coloque a la persona en una situación de discapacidad, para así poder realizar el acto jurídico de que se trate, asistido por una persona de su confianza.
“Esta figura es muy interesante, explicó, la persona que designa sus propios apoyos determina su forma, identidad, alcance, duración, límites y cantidad de apoyos; puede disponer, incluso, en qué personas no debe recaer tal designación; no pueden ser designados como apoyo, por ejemplo, las personas condenadas por violencia de género o familiar en cualquiera de sus manifestaciones”.
Otros aspectos novedosos que aún no se ha presentado son el reconocimiento de la multiparentalidad, figura que a tener en cuenta a partir del acceso a las técnicas de reproducción asistida en seres humanos; así como el reconocimiento de los parientes afines en vía judicial.
Mejorar la calidad del servicio
La arrancada del CF no ha estado exenta de complejidades. La viceministra de Justicia apuntó que “todavía debemos insistir en la autopreparación de nuestros funcionarios, notarios y registradores”. “El Código trajo consigo cambios importantes. No había experticia en el gremio notarial, por ejemplo, en la escucha de las personas menores de edad. Ahora en un divorcio ante notario, si hay menores de edad, interviene el fiscal mediante dictamen, y si la niña, niño o adolescente tiene capacidad y autonomía progresiva, tiene que ser escuchado por el equipo multidisciplinario en presencia del notario, que toma en acta todo ese proceso”, amplió.
En ese sentido, Varona Estrada evaluó que “seguimos en un proceso sistemático de intercambio con la Fiscalía General de la República y la FMC, para lograr el adecuado funcionamiento de un sistema de trabajo novedoso, el cual representa aprendizajes para todas las partes y requiere adecuaciones que permitan cumplir con lo legislado”.
“Hay que avanzar también en mejorar las condiciones básicas de trabajo, el equipamiento informático, en la disposición de los recursos necesarios para prestar el servicio, pero también en el desempeño profesional y ético de notarios y registradores”, enfatizó, para añadir que la transformación digital del servicio notarial y registral tributará igualmente a mejorar la calidad de la atención al público.
Sobre ese punto, las autoridades del Minjus son conscientes de los problemas derivados de la saturación de sus servicios, por la demanda de trámites con fines migratorios, lo cual compite también con la implementación del CF.
“La exponencial demanda de servicios nos ha llevado a crear más unidades notariales, 21 más que en el 2021. De ellas 8 funcionan en universidades de igual número de provincias (Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Ciego de Ávila, Las Tunas, Holguín y Guantánamo)”, precisó Olga Lidia Pérez Díaz.
“Hoy se encuentran en ejercicio 649 notarios que han dado respuesta a los 793 mil documentos autorizados el pasado 2022 y a más 148 mil en los meses de enero y febrero de 2023”, añadió.
“El completamiento de la plantilla de notarios y registradores supera el 84%. Tenemos creada una reserva de 26 notarios en el país, y se prepara otra de registradores civiles, de la propiedad y mercantiles; los procesos de habilitación se han agilizado y se ha elevado su rigor, dado el carácter de funcionarios públicos que tienen estos cargos, que además son licenciados en Derecho.
Progreso en las dinámicas familiares
Para que el CF siga su camino exitoso es imprescindible entonces que haya un aprendizaje colectivo, tanto de quienes lo aplican como de quienes se benefician.
Recordó la viceministra Pilar que “antes de la entrada en vigor del Código ya veníamos estudiando los proyectos, después se llevó a cabo la consulta especializada y tras su aprobación recorrimos el país realizando los encuentros técnicos con notarios y registradores”.
De ese contacto directo con la base han surgido Indicaciones Metodológicas y Dictámenes que responden a consultas lógicas que impone la práctica diaria en las unidades, dijo.
Un taller de la Defensoría, coauspiciado por el Minjus, la Universidad de La Habana y la Unicef; un taller sobre el Código de las Familias, que está previsto para mayo; así como la colaboración con la Sociedad Científica del Notariado cubano para la capacitación de notarios y registradores, son otras iniciativas.
“Respecto a la ciudadanía también se ha incorporado el tema en la estrategia de comunicación institucional. Para brindar información y recibir criterios se habilitaron correos electrónicos, grupos en redes de mensajería, se habilitó una sección, todos los lunes, en el programa Haciendo Radio, de Radio Rebelde, y en los territorios, especialistas acuden a las emisoras radiales y televisivas locales”.
“Queda mucho por hacer en relación con la preparación de todos, de los funcionarios y para elevar la cultura jurídica de la población. Mientras mejor preparados, mejores usos pueden hacer de lo regulado en el Código, en beneficio de las familias cubanas”.
No todo en materia jurídica puede medirse o contabilizarse. Por ello, la viceministra de Justicia consideró “que sí, que hay satisfacciones y progresos en las dinámicas familiares con este Código”.
Citó conquistas de la nueva ley, como el reconocimiento a todos los tipos de familias, la definición del interés superior de las niñas, los niños y adolescentes; la ampliación del concepto de responsabilidad parental; el reconocimiento del parentesco socioafectivo, entre otros avances.
Hizo notar que ahora se escucha a las personas menores de edad, atendiendo a su madurez y capacidad progresiva; y que por primera vez se regula la discriminación y la violencia en el ámbito familiar. La ampliación de las formas de reconocer una relación de pareja, mediante la unión de hecho afectiva y el matrimonio, con tres opciones de regímenes económicos; la regulación del derecho de las personas adultas mayores y de las personas en situación de discapacidad, “son situaciones familiares ahora con una solución legal, de alta sensibilidad humana y con fines altamente sociales”, apuntó.
“Todas estas transformaciones son razones de felicidad para quienes hoy pueden hacer uso de las instituciones jurídicas que establece el CF y no existían con anterioridad, o las que se perfeccionan y amplían. Eso constituye motivo suficiente para continuar en esta labor, con el propósito de que la nueva Ley se cumpla bien y de forma efectiva, como concreción que es de derechos fundamentales de las personas”.
“Queda mucho por hacer, pero en materia de Derecho Familiar, con la Constitución de la República de Cuba de 2019 y este Código de las Familias, nuestro país marca una diferencia en el mundo, porque son normas de primer rango, aprobadas en referendo popular, con el apoyo mayoritario de la ciudadanía”.