“Fue un asunto de total transparencia, voluntariedad y libertad. No hubo ningún tipo de imposición, ni siquiera insinuaciones. Me sentí orgulloso de lo que somos”, así declaró Gabriel Fornaris Cruzata, uno de los diputados de la provincia de Granma que, como el resto, estuvo presente en el proceso de elección para la propuesta de quienes integrarán el Consejo de Estado, que incluye al Presidente y Primer Vicepresidente del país.
Elegido en los comicios generales últimos para ocupar un puesto dentro del Parlamento cubano, este joven de 35 años de edad pondera ante todo la posibilidad que brinda aquí el sistema eleccionario para que, sin ser definidas por la raza, credo o posición social, las personas puedan ser nominadas y formar parte del máximo órgano:
“Yo represento a una de las comunidades rurales del municipio Bayamo, donde la actividad económica fundamental es la agropecuaria, sin embargo están presentes todos los programas de los servicios que ha creado la Revolución: salud pública, cultura, educación en los primeros niveles, técnica e incluso especializada, además de comercios de diferentes tipos, entre otros.
“Tener todo esto y la certeza también que se puede seguir haciendo, desarrollándonos, me hace creer que estoy en el camino y del lado correcto”.
Con apenas 22 años comenzó a consagrarse como Delegado de su circunscripción, una responsabilidad que aún ejerce, y durante poco más de una década le coincidió con la de Presidente de los consejos populares La William Soler y el El Dátil.
“Soy un joven de estos tiempos y como representante del pueblo me siento muy satisfecho. Fui seleccionado por los seis plenos de las organizaciones políticas y de masas, y luego obtuve el respaldo mayoritario de la Asamblea Municipal, eso quiere decir que he estado realizando bien mis funciones.
“El quehacer del delegado es de mucha constancia y sacrificio pero no siempre es bien gratificado, sobre todo en estos momentos en que las carencias materiales y financieras, debido al embargo económico de Estados Unidos, no te permite solucionar las problemáticas sociales de tu demarcación ni dar respuesta oportuna a las quejas de los electores.
“Vivimos tiempos muy complejos, pero tenemos que enfrentarlos haciendo lo mejor que podemos pues son disímiles las actividades que se realizan tanto en una función como en la otra, siempre en beneficio del pueblo. Cuando lo logramos, cuando transformamos algo para bien nos sentimos contentos y nos llegan más motivaciones.
“Impulsar el trabajo comunitario es una herramienta importante que tienen todos los delegados. Contar con el concurso de los vecinos no siempre alcanza su valor. Si hoy estos funcionarios tienen un liderazgo y se enaltece su labor en la base es cuando se impulsa la solución de problemas locales con el propio barrio”.
Con verdadero optimismo y sapiencia habla Gabriel de los jóvenes. En su experiencia todo es posible:
“Podemos asumir cualquier tarea y eso se ha demostrado en la historia; pero la primera hoy es querer más al país y ser más patriotas cada día”.