En Villa Clara se demostró la utilidad de las asambleas de presentación y discusión del plan y el presupuesto del 2023 en los colectivos laborales. Según los criterios expuestos por los integrantes del secretariado provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el análisis final del tema este proceso resultó un ejercicio de participación real, dio la posibilidad del cumplimiento e impulso de las metas pactadas para el primer trimestre del presente año en la provincia, posibilitó la solución de diferentes asuntos a partir del criterio y las ideas planteadas por los trabajadores en estos encuentros, se logró incentivar en muchas entidades la incorporación de la ciencia como pilar para el desarrollo.
“Sin lugar a dudas, se demostró que el proceso constituyó un impulso para comprometer a los trabajadores hacia el cumplimiento de los planes de producción del actual calendario, intencionó la posibilidad de encontrar reservas productivas, así como identificó las posibilidades de acción de la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en cada colectivo”, afirmó Maribis González Lara, miembro del secretariado provincial de la CTC.
En efecto, los datos hablan del interés de los trabajadores por participar. Las asambleas se realizaron en todas las secciones sindicales con un 92,6% de asistencia como promedio, los cambios en el cronograma fueron en extremo justificados y en todos los casos se evaluaron los planteamientos pendientes. Y, lo más importante, se computaron más de 4 mil 533 opiniones, ideas y sugerencias, las cuales versaron en su mayoría sobre dificultades con el salario y la distribución de utilidades, el presupuesto de ropa y calzado, los altos precios de los insumos, la falta de materias primas y la poca utilización de las capacidades productivas. No obstante, la dirección de la CTC en el territorio consideró que la preparación de los dirigentes sindicales y de los propios trabajadores para asumir los retos y enfrentar las discusiones, debe ser mejor.
“Como nunca antes este proceso contribuyó a resolver situaciones complejas; más allá de listar dificultades, causas y consecuencias de estas, se buscaron alternativas. Por ejemplo, a partir de la discusión en la Industria Nacional de Utensilios Domésticos (INPUD) y en la Empresa Textil SAREX se decidió otorgarles a ambas financiamientos en moneda libremente convertible (MLC) para llevar a cabo ideas planteadas por los trabajadores de esos colectivos”, precisó Maglin del Sol Martínez, secretaria general de la CTC en el territorio.
Además mencionó otros ejemplos que confirman que es este el escenario ideal para desarrollar la actualización del modelo económico cubano. “En la empresa provincial de Materias Primas se valoró la posibilidad de elaborar vigas plásticas con elementos reciclables, las que ya se utilizan en diversos fines, se logró el encadenamiento de varias panaderías, que estaban sin ser utilizadas por falta de insumos, con el sector no estatal, ello generó empleo y evitó interrupciones laborales en esa rama en el último periodo.
Se ha entregado tierras a múltiples colectivos laborales para que produzcan alimentos ello beneficia el autoabastecimiento y aportan a otros esferas de la sociedad, se ha propuesto el cambio de estructura en algunas entidades para que sea más factible el proceso productivo y es significativo el aporte de la ANIR, por ejemplo en la Empresa Abel Santamaría pudo haber cesado en esta contienda, en cambio los aniristas hicieron una adaptación en el central para poder elaborar melaza, esa inventiva se ha generalizado en el país”, puntualizó.
Resultó significativo saber que los trabajadores villaclareños en sus intervenciones mostraron interés por lograr mayores producciones, diversificar las mismas con calidad a partir de añadirles valor con la introducción de la ciencia, la innovación y la tecnología, asumir los encadenamientos productivos para disminuir importaciones y aumentar las exportaciones.
Asimismo realizaron propuestas contundentes como aprobar precios máximos a productos de alta demanda, limitar la comercialización fuera de la provincia, que los productores agrícolas, como personas naturales, puedan importar insumos, tecnologías, equipos y medios de trabajo, exigieron concluir la Ley de Empresa con el propósito de que la Empresa Estatal Socialista esté en igualdad con los nuevos actores sociales, consideraron necesario evaluar la escala salarial de varias entidades, en particular las que producen para la exportación analizar los impuestos, aportes y contribuciones de las empresas exportadoras que no comercializan, de modo que disminuyan y tener así mejores resultados, crear un acápite en las utilidades para atender trabajadores vulnerables.
Fue este un proceso franco, abierto, una discusión transparente y fructífera, sin limitaciones, que tuvo como objetivo producir más y con calidad, avanzar en las propuestas económicas, crear mayores bienes y servicios, para entre todos desarrollar el modelo económico socialistas aprobado en el país.