Blasa Sierra Martínez reside en calle 128B no. 6908 /69 y 71, Pocito-Palmar, Marianao, y presenta la siguiente reclamación:
“Tengo 61 años y solicité mi jubilación laboral el 28 de febrero de 2022. Ocupaba el cargo de Especialista B en Ahorro y Uso Racional de la Energía en la Empresa Contingente Blas Roca Calderío.
“Para el cálculo de la pensión se me tuvieron en cuenta todos los salarios y utilidades devengados en el año 2021, como establece la ley.
“Pero las utilidades correspondientes al último trimestre del año 2021 me fueron pagadas en junio del 2022. Debido a esto hice la reclamación correspondiente al Instituto de Seguridad Social de Marianao en el mes de agosto.
“Presenté todos los documentos que avalan mi reclamación: Cartas firmadas por el director de Recursos Humanos y el director general de mi último centro laboral, copia de la nómina reflejaba lo que cobré de utilidades esos tres meses, así como la tarjeta SNC actualizada con todo lo devengado por mí en el 2021 y 2022.
“Estos documentos los entregué a la compañera Odalis, del Inass de Marianao, en el mes de agosto del 2022, para que se me aumentara la pensión de jubilada de 4 468.69 pesos mensuales a 5 645.00 pesos según calculamos juntas.
“Hasta la fecha no he recibido el aumento de mi pensión de jubilada ni el pago retroactivo en base al recálculo de mi pensión, producto de la incorporación de las últimas utilidades que cobré correspondiente al último trimestre del 2021.
“Cada vez que cobro y no veo el aumento me he dirigido al Inass a reclamar y la misma compañera Odalis me ha informado que hay atrasos y que ‘para el mes que viene’.
“En diciembre me presenté en varias ocasiones y estaba de vacaciones. Y por último en enero, cuando me informan que la compañera ya no labora en el centro y que no se va a incorporar más. Ya han pasado cinco meses y no me han resuelto el problema”.
Seguramente la cra Blasa Sierra Martínez tiene sobradas razones para hacer su reclamación. Pero la realidad cruda es que la inflación y el pillaje de precios ya galopando con productos «normados y controlados (a medias) que pululan por la calles» hace dificil cualquier entrada de ingreso de jubilados, imaginense las jubilaciones entre 1500 y 1700 cup, incluyendo de profesionales que quedaron congeladas por la ley, y que siempre son muy bien explicadas por legulellos que defienden eso, la ley, y no al ser humano que dejo atrás «el borrón y letra nueva».
Gracias.