“Estamos ante una sequía diferente, en la que a la falta de precipitaciones se han sumado los daños ocasionados por los incendios, roturas de equipos de bombeo y afectaciones de combustible”, explicó en Camagüey el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez Rodríguez.
Durante un chequeo reciente del programa de enfrentamiento a la sequía, en el cual participó Joel Queipo Ruiz, jefe del Departamento Económico Productivo del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se conoció que 40 mil pobladores de esta provincia sufren el impacto más severo de la falta de agua.
La mayoría son residentes de comunidades que en muchos casos dependen del abasto en pipas, aunque en la práctica la totalidad de la población agramontina ha visto alargarse los ciclos de distribución de acueducto.
Las Tunas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba, según detalló Rodríguez Rodríguez, presentan la situación más difícil a nivel de país, pero es Camagüey el territorio de peor condición, agravado, en parte, por lo extensa que resulta la cabecera provincial, lo cual, además, dificulta la entrega al resto de los municipios.
La sequía, las roturas y la inestabilidad de la electricidad inciden en esta realidad, pero, ante esto, el sector hidráulico traza estrategias que incluyen recursos, inversiones y otras tareas para mitigar las afectaciones ante el poco porcentaje de agua acumulada.
Leonardo Soto Romero, delegado en la provincia del INRH, señaló que se debe avanzar y hacer las inversiones en el menor tiempo posible, pues es una situación crítica.
Durante el mes de marzo no ha llovido en Camagüey y los 54 embalses de la provincia se encuentran a un 27,7% de llenado y de ellos 29 están por debajo del 25%, incluyendo 8 de los 12 que se dedican al abasto de agua a la población.
En tanto, a más de 40 comunidades se les lleva el agua por pipa, así como a más de 73 mil cabezas de ganado en los municipios de Sibanicú, Guaimaro, Nuevitas y Minas.
Pero como explicó Soto Romero se crearon equipos de trabajo que recorren los embalses y supervisan las inversiones y el ahorro en los centros laborales y zonas residenciales.
En cuanto a las inversiones y reparaciones se conoció que brigadas especializadas intensifican labores para, cuanto ante, contar con tres motores en la conductora de la presa Máximo, principal fuente para el abasto de la cabecera provincial.
Entre los municipios más afectados se encuentran Camagüey, Nuevitas, Guáimaro y Santa Cruz del Sur, este último el más complicado y en el cual se trabaja.
En otras zonas de posicionarán bombas sumergibles, se arreglan estaciones de bomberos y se alistan conductoras.
En el encuentro Queipo Ruiz insistió en que, aunque hay cuestiones objetivas, como la sequía que inciden en la carencia del líquido, y ya se han diseñado acciones y soluciones para mejorar la entrega, “todavía quedan reservas, como la comunicación, en las que debemos mejorar y en las que debemos apoyarnos para incidir en el ahorro de agua”.
Y es que, como apuntó, es necesario contar con un flujo de información sobre el momento que atraviesa la provincia y las decisiones que se toman en cada caso.