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El segundo curso del Diplomado de Gestión de los Sistemas Agropecuarios para jóvenes con perspectivas de ser directivos quedó inaugurado este lunes, con la presencia del primer viceministro Jorge Luis Tapia Fonseca y Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura.
Son 60 jóvenes que fueron seleccionados en las provincias orientales, centrales y el municipio especial Isla de la Juventud con características de liderazgo que, bajo el principio de la voluntariedad, con disposición y actitudes se incorporan a esta segunda experiencia liderada por las direcciones de organización y planificación, recursos humanos, cuadros y la escuela de capacitación del Ministerio de la Agricultura.
Excepto dos, los demás tienen menos de 30 años, son profesionales, la mayoría ingenieros agrónomos y médicos veterinarios, 20 son mujeres y sólo el 10 % ya son directivos en empresas o delegaciones municipales y asistirán al curso desde este 6 y hasta el 25 de marzo.
Durante su estadía de 210 horas, vencerán 7 cursos, harán prácticas productivas y una tesis; aplicarán la técnica del trabajo en equipo y cada uno tiene un tutor
La experiencia anterior, que concluyó con resultados muy favorables, integró a 30 jóvenes con similares características, vencieron los estudios en febrero y próximamente tendrán actividades docentes de actualización y prácticas.
El objetivo es que estos jóvenes del futuro, al concluir el diplomado se incorporen al trabajo en la base productiva, donde más se necesitan actualmente profesionales con mentalidad innovadora para que puedan asumir las transformaciones y la manera de hacer en las condiciones de la agricultura cubana.
Ydael Pérez Brito comentó en el acto de inauguración cómo en el ministerio se hizo un análisis de la política de cuadros, y en la base productiva hay una fuente amplia de jóvenes con las características que se requiere para asumir responsabilidades de dirección, por lo que decidieron impartir otros tres cursos en este 2023.
El titular de la Agricultura se refirió a las consecuencias de la profunda crisis de la producción de alimentos en el mundo, lo que se recrudece en Cuba dado el caduco bloqueo de Estados Unidos, por lo que se requieren medidas y soluciones que partan de la base, de los colectivos laborales, para enmendar los resultados.
Comentó que el 2022 ha sido el peor año de la agricultura cubana, no se cumplieron los planes productivos, excepto la miel de abejas y los derivados de la colmena, en los demás renglones, agravados en las ramas porcina y avícola.
Los dos meses que han transcurrido del 2023 no auguran mejores perspectivas y a las carencias materiales se suma el efecto de la intensa sequía que azota al territorio nacional.
Al intercambiar con los jóvenes, comentó que no aprenderán de un todo a dirigir, pero sí saldrán con el firme compromiso de decir que sí cuando se les pida asumir una responsabilidad de dirección.
Este curso siembra valores, afirmó, y los prepara para dirigir, les da las herramientas; les sugirió que empiecen desde abajo, porque los cuadros deciden: no en todos los lugares y territorios avanzan igual, en el país se distinguen zonas con magníficos resultados, mientras en otras no hay resultados.
La sencillez y la modestia son básicas, sentenció el ministro.
Tapia Fonseca intercambió con los jóvenes en un ejercicio de dirección, donde futuros directivos del Minag brindaron sus “soluciones” a la actual crisis y comentaron sus ideas de cómo hacerlo desde la perspectiva de sus perspectivas.
“…los jefes no pueden tener solo un enfoque económico de los problemas, debe primar un enfoque ideológico, político y social, y diría más, un enfoque medioambiental, porque aquí estamos hablando de un desarrollo sostenible”.
” y aunque a veces no tengamos solución, al menos podemos argumentar y dirigir el trabajo político a explicar por qué estamos en esa situación”.
