Cargando...Hacer de la nada y buscar opciones durante el 2022 se volvió una máxima para la Empresa de Bebidas y Refrescos de Camagüey (Ember). Pero, como aseguraron durante la asamblea de balance y presentación del plan y el presupuesto para el 2023, eso no fue cosa de un día y ya.
Las principales producciones de la entidad se vieron afectadas ante la carencia de materias primas como el ácido cítrico, la bentonita, azúcar crudo y levaduras, y de envases como botellas nuevas.
Sin embargo, nada los detuvo y lograron, con producciones alternativas y encandenamientos con la Agricultura, no dejar trabajadores interruptos y una recaudación de más de 17 millones de pesos de aporte económico.
La UEB ubicada en el municipio de Florida fue un ejemplo de ese empeño. A la Empresa sólo habían entrado unas 700 toneladas de azúcar, muy poco si se compara con años de grandes producciones.
Ante esto, contó Omar Fernández Guevara, trabajador de la factoría floridana, no se sentaron a esperar lo poco que les tocaría. «Fue traumático al principio, pero nos pusimos a pensar y hoy hacemos crema ron, sin importar leche descremada, vino de mesa y refrescos de diferentes sabores».
No obstante, como enfatizó Liuven Veloz González, director general de dicha entidad,»las alternativas productivas solos nos garantizan sostenernos, por lo que debemos seguir buscando cómo hacer nuestros productos».
Y es que como dijo el presidente del Grupo de la Industria Alimentaria, Emerio González Lorenzo, la Ember camagüeyana avanzó y tiene potencial, pero debe trabajar diferente y proponerse elevar la calidad de sus productos a partir de la certificación de algunos surtidos para destinarlos a la exportación.
El camino de las ventas online ya lo ha transitado la unidad agramontina, gracias a un convenio con la Empresa de Tecnología y Servicios Telemáticos (CITMATEL).
Según su representante en el territorio, Rogelio Pérez Amador es una satisfacción contar con la Ember como suministrador de productos, «una entidad que crece cada año en ofertas».
Pero como se patentizó en el encuentro ahora el compromiso es, además, pensar en las ventas online pero en moneda nacional.
De igual manera, los trabajadores de Bebidas y Refrescos de Camagüey saben de las carencias de insumos para este calendario, por lo que piensan fortalecer contratos con el Instituto de Investigación de la Industria Alimentaria para la obtención de ingredientes, así como con GEOCUBA, para la confección de envases flexibles para el refresco Tinajito.
Este debe ser el año, aseguraron los presentes, de, entre otras acciones, recuperar la autenticidad del ron Puerto Príncipe, de implementar los pagos por alto desempeño, de prestar servicios a la comunidad, así como de crecer en productos y contribuir con la alimentación del pueblo.
Ya se ha dicho una y otra vez. Estimados refresqueros, les pido que refresquen la memoria, no pretendan competir con la cocacola, por decir uno de ellos. Pero, en caso que decidan intentarlo, les rogamos empezar de lo simple a lo complejo, enaltezcan primero su fábrica, empresa; lleven su marca primero como alternativas en la merienda escolar; en general a nuestros hogares; a lugares de recreo, donde nuestras bebidas sin alcoholes aparecen más caras que la cerveza de marca importada. Devuelvan el refrescante refresco allí donde siempre estuvo a precios de Revolución; elijan una fruta popular de temporada echenle azucar, soda, agua y algún gas que no sea el de cocinar porque este se pone a veces dificil de obtener.
Entonces estaremos listos para exportarlo y competir con «Sansón Melena». Esforcemonos, volvamos a ser pródigos galardonados en revolver frutas, agua (leche), y azucar.
Seamos honestos, ya dejamos de creer en cuentos de hadas, de camino o de redes mal encaminadas.
Ruego a los esforzados trabajadores de «Ember» que no se ofendan por «proponerse elevar la calidad de sus productos a partir de la certificación de algunos surtidos para destinarlos a la exportación». Pero, esa aspiración dicha así nos entristece, discrimina y humilla. Nos hace desconfiar una vez más sobre la capacidad de soberanía alimentaria de nuestra industria que se supone piense obseivamente en nuestro mercado deficitario de placeres alimentarios autenticados y certificados por nuestro pueblo.
Gracias.
Esta empresa se propone elevar la calidad de sus productos a partir de la certificación de algunos surtidos para destinarlos a la exportación. Nuestros niños en Las Tunas no tienen refrescos para merendar, cuya empresa local paso hace años para esa entidad y la devolvieron hace poco en ruinas al territorio y se quiere exportar o venderlos en MLC. Dura la realidad objetiva del pueblo.
La carencia de refrescos para los niños es algo que sufrimos muchos. Que la Ember de Camagüey se proponga exportar, no significa que quieran dejar de hacer elaboraciones para los de aquí. Ellos quieren, pero no hay con qué. Por eso quieren exportar, para ganar dinero que ayude a hacer más productos para vender en moneda nacional. Gracias por comentar, por leer.