Cuando con apenas 20 años lo eligieron vicepresidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey Carlos J Finlay, Roberto Carrazana Carballo nunca pensó en la posibilidad de ocupar, algún día, un escaño en el Parlamento.
Para él lo más importante siempre ha sido representar bien a sus compañeros y convertirse en un buen médico. Claro, y ser un buen revolucionario. Eso se lo enseñaron sus padres y abuelos, quienes desde sus ejemplos de sencillos trabajadores le inocularon lo de ser gente decente ante todo.
Hoy Carrazana es el presidente de la FEU, desde que sus compañeros así lo eligieron en abril del 2021. Esos mismos muchachos que durante el pleno de la organización juvenil lo mencionaron para que fuera precandidato y luego en la asamblea del décimo Congreso de la FEU, lo ratificaron.
A sus 23 años este agramontino sabe que solo la posibilidad de representar a los jóvenes, a sus compañeros de estudios y futuros colegas en el más alto órgano legislativo de la nación, implica mucho.
«Desde que me propusieron, acota, entendí que ser nominado demanda responsabilidad y compromiso, primero con mi Universidad de Ciencias Médicas, con los que me propusieron, y con la juventud.
«En los últimos años la dirección del país se apoya en los jóvenes para decidir los destinos de Cuba, por eso hay una representación importante de nosotros en el Parlamento. Y es que debemos entender que queda en nuestras manos seguir creando y construyendo una sociedad mejor.
«Pero para hacerlo debemos mantener la rebeldía que nos caracteriza y el compromiso, como estudiante de las Ciencias Médicas en formación, de prestar servicios médicos en cada rincón de la isla y con calidad».
Carrazana agradece la democracia en el proceso eleccionario, el cual permite que gente sencilla, como él, dice, vayamos a representarlos a tan alta instancia. Por eso agradece la oportunidad que por estos días tienen los candidatos a diputados de recorrer diversos colectivos laborales, instituciones y barrios del Camagüey; sólo así, agrega, «se puede aprender y entender en qué somos fuertes y en qué debemos trabajar más».