No andan haciendo promesas, ni andan con varitas mágicas resolviendo muchos de los problemas personales, de tecnologías, materias primas, insumos, inflación… que hoy gravitan y obstaculizan un mejor desempeño en el sector empresarial y la sociedad cubana en general.
Con esa premisa intercambian con trabajadores y el pueblo los candidatos a delegados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), cuya elección será llevada a escrutinio el venidero 26 de marzo en todo el país.
“Estamos aprendiendo con ellos y nos satisface sobremanera ver que en definitiva y a pesar de las dificultades no estamos parados y que hay mucha gente buena trabajando, haciendo un esfuerzo extraordinario por salir adelante”, así sintetizó el candidato a diputado Félix Martínez Suárez sus impresiones tras recorrer y conversar con los protagonistas de la obra infinito amor que propugna el sistema político cubano.
Sus palabras traducen los esfuerzos y los resultados que obtienen los trabajadores de las empresas de Estructuras Metálicas Comandante Francisco “Paco” Cabrera y Acinox-Las Tunas, y la unidad empresarial de base Calixto Sarduy Arcia, conocida como Muebles Ludema, tres baluartes en la estrategia de desarrollo económico y social en Cuba; y la labor no menos significativa de los vecinos en barrios que se transforman.
Y la opinión de Martínez Suárez, actual presidente de la Comisión Permanente de Asuntos Económicos de la ANPP es un sentimiento compartido por los otros seis propuestos a esa condición por el municipio de Las Tunas, quienes en la jornada de ayer recorrieron esos enclaves económicos del sector de industrias y estuvieron, también, en comunidades vulnerables, donde se libra otra batalla por el bienestar colectivo.
Así ocurrió en los ocho municipios de esta provincia del oriente cubano, donde los 22 propuestos a un escaño en el Parlamento hicieron un receso en sus tareas habituales para acercarse a quienes, como gigantes, desafían imponderables y no renuncian a la fundación de un mundo mejor posible, a la construcción de una sociedad socialista, próspera y sostenible.
Hoy continúan esos aleccionadores encuentros que denotan el verdadero sentido de la democracia participativa en una nación que contra viento y marea sigue aferrada a la materialización de sus sueños de mejoramiento humano y de las condiciones de vida del pueblo.
Y no es casual que a pocas horas de su nominación salgan a encontrarse con gente común, con el pueblo, porque de él derivan y porque una vez aprobada su candidatura escalarán a un nivel superior que los une más a sus raíces, las cuales representarán en el Órgano Supremo del Poder Popular.