Evidentemente los malos augurios para este año sobre la energía, los alimentos y las desigualdades económicas no preocupa a los fabricantes de armas, que cada día aumentan su producción de mercancías creadas para matar.
Hay un primer nivel en ese comercio, gubernamental, que bendice e incrementa los pedidos de armamentos, de todo tipo, desde la más simple pistola hasta sofisticados sistemas de misiles.
Hay un segundo nivel donde las operaciones de compra venta no es legal y se conocen gracias a denuncias que las hacen públicas ¿Compradores?; narcotraficantes, terroristas y bandas criminales.
Cierto que preocupaba tal negocio, aunque la alarma internacional fue dada a partir del 24 de febrero del pasado año, cuando se inició la operación militar especial rusa en Ucrania.
Fue entones, cuando los gobiernos miembros de la Unión Europea (Ue) y la Organización del Atlántico Norte (Otan), a pedido de Estados Unidos, comenzaron a enviar casi todo el armamento que solicitaba y solicita el gobierno ucraniano,
Hasta la situación bélica en Ucrania resultaba una exigencia para vendedores y compradores de armas conocer con precisión cuál era el destino de las mismas, sin importar su calibre o letalidad, y solo se desconocía el destino final de las que caían en manos de terroristas, narcotraficantes o delincuentes de todo tipo.
A solo días de un año del inicio de la guerra nadie, absolutamente nadie, es capaz de saber cuántas y cuáles han sido las armas que han perdido la ruta trazada y hoy las tienen a buen resguardo traficantes y grupos terroristas.
Crece un nuevo mercado negro
Ya en el mes de junio de 2022 el jefe de la Interpol, Jürgen Stock, aseguró que muchas de las armas enviadas a Ucrania por las potencias occidentales acabarían en manos de criminales.
“Una vez termine la guerra, las armas que ahora tienen las fuerzas ucranianas serán ilegales e inundarán los mercados negros. Esa
alta disponibilidad resultará en la proliferación de armas ilícitas en la fase post-conflicto», dijo.
Philip Giraldi, oficial retirado de la Cia declaró en una entrevista con el canal de YouTube Judging Freedom, “que Estados Unidos envió a Ucrania a expertos para aumentar el control sobre las armas que suministra debido a las pruebas de uso indebido.
“Se trata de un nuevo mercado negro que observamos en Europa. Ese mercado está repleto de armas estadounidenses y radica en Polonia y Francia y forma parte de la logística a los países de Oriente Medio.
“Estas armas caen en manos de organizaciones y células terroristas de al menos diez o quince países”, aseguró.
Por su parte el periodista sueco y director de la Ong Blue/Yelow, Jonas Ohmann calculaba “que solo el 30 por ciento del “hierro” enviado por Occidente a Ucrania llega a la línea del frente. La Otan, aseguró, no tiene la menor idea del destino final de sus armas y solo han sugerido que “algunas” desaparecen sin dejar rastros.
Mucho antes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia había “advertido la amenaza que las armas suministradas por los países de la Otan terminarían en el mercado negro, lo que no fue escuchado por la gran prensa por ser “propaganda rusa”.
Envío de nuevas y más complejos armamentos
El ya citado Jürgen Stock, precisó en declaraciones a la Asociación de Prensa Anglo-estadounidense en París, que actualmente los criminales están centrándose en aprovechar esta mercancía.
“Ningún país puede enfrentarlo “de forma aislada porque estos grupos operan a nivel global, los delincuentes están interesados en todo tipo de armas, cualquiera que se puedan llevar puede usarse con fines delictivos”.
La situación se complejiza ahora por la decisión de países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, entre otros, de suministrar vehículos blindados a Ucrania
“El 11 de enero los estadounidenses anunciaron sus planes de suministrar a Kiev, BMP Bradley y Alemania BMP Marder y SAM Patriot y Francia vehículos blindados y tanques, lo que implica la necesidad de asesoramiento para manejarlos y mantenerlos, demostrando una vez más que están implicados en el conflicto.
“Si buscamos un símil lo encontramos en Afganistán: después de que Estados Unidos interviniese en el país y se retira en agosto de 2021, muchas de sus armas acabaron en manos de los talibanes” agregaba Stock.
El envío de vehículos de diferentes tipos de vehículos con misiles crea la necesidad de mantenerlos y entrenar a los ucranianos y solo tiene un objetivo: prolongar la guerra.