El 16 Pleno del Comité Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo (SNTHT) celebrado esta semana dedicó una parte importante de los debates a la categoría salario. En este año 2022, al cierre de octubre, los ingresos totales del sector crecían un 18 %, a pesar de que hubo menos visitantes foráneos de los planificados.
La preponderancia dada al asunto se justifica, entre otros factores, por la inconformidad con los exiguos montos de dinero del fondo de estimulación según estipula la Ley de Inversión Extranjera aprobado para distribuir en las instalaciones mixtas, en las cuales antes los salarios superaban a las de contrato de administración y marca propia, ahora beneficiadas con las posibilidades de ingresos ofrecidas en la empresa estatal socialista.
Aunque tal vez no sea la solución definitiva para satisfacer el reclamo de directivos y empleados de los hoteles mixtos, traen un poco de esperanza las mejoras salariales de inicios del año próximo, anunciadas por Jorge Alberto García, presidente del Grupo Empresarial Cubanacán.
Juan Carlos García Granda, titular del Ministerio de Turismo, lamentó llegar a esta fecha sin resolver la insatisfacción de los mixtos. Sin embargo, expresó que, el 2022 sirve de base para un 2023 en el que se corrijan problemas como ese, y que el salario en un sector tan estratégico acabe de corresponderse con el aporte individual.
Lo perentorio de respaldar los ingresos con servicios o producción fue señalado por Julio Enrique Morales Verea, secretario general del SNTHT, certero en el llamado a recurrir a pagos por alto desempeño, no ceñir las utilidades solo a remunerar y estar atentos a excesos en las reparticiones por ese concepto.
En un sector convocado a la calidad cotidiana para que el país sea un destino más competitivo, se necesita un movimiento sindical óptimo desde el funcionamiento orgánico, manifestó Leobanys Ávila Góngora, responsable de la Esfera de Asuntos Laborales y Sociales en el Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba.
El dirigente insistió en la capacidad negociadora que debe tener la organización y que lo aprobado debe ser de común acuerdo entre la administración y el sindicato, algo que es importante para recordar si de salario se trata.