Directivos y trabajadores se esmeran por abrir lo más pronto posible la puerta grande de acceso a Varadero que es el aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, a sabiendas de cuánto una llegada o salida azarosa pueden predisponer a los turistas y comprometer su regreso.
Desde su fundación hace ya 33 años, el aeródromo ha tenido bien claro su concepto de anfitrión número uno de quienes escogen a este destino para vacacionar.
“El objetivo es que todos los viajeros conserven un buen recuerdo de su paso por aquí. Para garantizarlo, concentramos todas nuestras acciones en la calidad”, asegura Osmany Sánchez Díaz, comunicador de esta unidad empresarial de base (UEB).
Cerca de él está Liuba Quintero Ávila, jefa del departamento de Operaciones. Ella asiente con la cabeza, mira en su agenda y muestra el dato: “En 22 minutos está fijado nuestro tiempo de estancia, menos de la mitad de la norma de los 45 minutos, establecida por la Organización de la Aviación Civil Internacional.»
Según Quintero, el indicador significa la agilización en trámites obligatorios para los pasajeros, quienes, después de agotadores vuelos, desean salir de inmediato de los aeropuertos, instalarse en los destinos escogidos y disfrutar de ellos.
Saldos de esta envergadura, sostiene Sánchez Díaz, solo son posibles si las cosas funcionan similar a un reloj, algo difícil si se tiene en cuenta que el sistema de trabajo en la terminal incluye la presencia de una multiplicidad de organismos y todos, absolutamente todos, deben tributar a ese propósito.
A más pasajeros, más agilidad
La agilidad en los trámites, ponderada por no pocos clientes, conviene y mucho al segundo aeródromo en importancia del país, contento con las altas cifras registradas en el movimiento de pasajeros, normal en tiempos de temporada invernal como esta, período de noviembre a abril donde el país recepciona sus principales flujos turísticos.
Sin embargo, apunta Quintero Ávila, aunque lejos aún de las estadísticas de 2019, previo a la pandemia de la Covid-19, es notable cómo al cierre del onceno mes de 2022 ya arribaron más de 648 mil 476 pasajeros, cifra superior a los 296 mil 685 de igual período del año precedente.
Los dígitos, considera, son consecuencia de la reanimación paulatina de la industria mundial de los viajes y de las contrataciones para respaldar esta etapa, clave por los ingresos que genera por exportación servicios.
Con muy buenos ojos ve la jefa del departamento de Operaciones el comportamiento de la alza turística: “Un elevado porcentaje de los arribos seguirán correspondiendo a Canadá, primer mercado emisor a la Isla, con un protagonismo de la aerolínea Sunwing”.
En sentido general, detalló, se producirá un incremento de la plataforma aérea, con estimado de 440 al mes, y el pico máximo debe producirse en el próximo mes de enero, con el aporte de 15 compañías de varias regiones hasta ahora enlazadas con la terminal, incluida la italiana Neos, con vuelo programado para el 24 de diciembre.
La calidad como brújula
En el Juan Gualberto Gómez, las horas rinden en su justa medida. Es difícil ver a alguien sin trabajar y más difícil aún la posibilidad de la entrevista. Cerca de uno de los baños, una joven le saca brillo al piso, y otra limpia el mostrador de un punto de venta.
“Aquí seguimos vigilando la seguridad sanitaria, como siempre”, asegura Sánchez Díaz. “También nos enfocamos en elevar el índice de satisfacción de los pasajeros, hoy sobre los 4 puntos de un total de 5. Las encuestas son el mejor medidor”, dice y apunta para el sitial histórico del Juan Gualberto Gómez.
En la vitrina, disímiles reconocimientos al aeródromo matancero, trascendente tanto por sus indicadores de eficiencia como por la ayuda a la comunidad que atienden, cercana a la terminal.
En cambio, nada satisface más que las cuatro veces consecutivas como Vanguardia Nacional, categoría superior de la emulación socialista, demostrativa del buen hacer de un colectivo referencia para el resto del sector, ponderó Talía Font, secretaria general del Sindicato Provincial de Trabajadores de Transporte y Puertos.
Saldos así refrendan la postura de un colectivo siempre dispuesto a volar hacia la calidad y la eficiencia en la prestación de los servicios, donde sigue siendo fundamental, reitera Sánchez Díaz, el desempeño de los trabajadores, para que el aeropuerto siga siendo no solo la puerta grande de los turistas que llegan a Varadero, sino el mejor anfitrión.