“Trabajamos con los números y no con los hombres”, con esa expresión, el viceprimer ministro de Cuba, Jorge Luis Tapia Fonseca, ilustró el tránsito por caminos equivocados en el que anda el sector agropecuario en Las Tunas en un tema de mucha sensibilidad como lo es la producción de leche y carne vacunas.
El también miembro del Comité Central del Partido hizo la reflexión en un encuentro con tenedores de ganado y directivos de la Agricultura, y las empresas Láctea y Cárnica, y de otros sectores que tienen el encargo estatal de servir como catalizadores de los procesos que coadyuven a la obtención de más alimentos para el pueblo.
Tapia Fonseca reiteró la urgencia de atender mejor a los hombres y mujeres de nuestros campos que son protagonistas del programa que enfoca sus objetivos a lograr la soberanía alimentaria del país, reconocida como una tarea de seguridad nacional.
En ese sentido, indicó dirigir acciones concretas de entidades como la Eléctrica, el Seguro Estatal, los bancos, Recursos Hidráulicos, Vivienda, Educación, Salud y otros organismos que por su misión son actores comprometidos con los aseguramientos y la sostenibilidad de los procesos productivos en esas apartadas comunidades.
En el encuentro quedó claro que el desempeño, de forma general, está signado por la falta de un sistema de trabajo que priorice la vinculación directa de los directivos con las bases productivas que se evidencia, además, en el desconocimiento o poco dominio de muchos campesinos sobre legislaciones dictadas para su beneficio y que estimulan las mejores prácticas.
Otra arista del problema es que una cifra superior a los mil 200 productores incumplen sus planes de entrega de leche a la industria y en la mayoría de los casos no se dominan las causas, que deviene señal del divorcio de los directivos agropecuarios y del lácteo con la base.
Delitos como el hurto y sacrificio de ganado mayor y el robo crecen en los campos de este territorio oriental, y ganaderos privados y estatales presentes en la reunión se quejaron de la ausencia de respuestas a sus reclamos y la lentitud para esclarecer los hechos, que casi colindan con la tolerancia y la impunidad.
Los afectados ratificaron el compromiso de continuar produciendo en medio de esa adversa situación que la enrarecen individuos inescrupulosos que amenazan, roban y en ocasiones no reciben la condena que merecen, denunciaron.
También el futuro de la actividad está comprometido, pues en lo que va del actual año se computan más de 11 mil 500 muertes y la natalidad alcanza solo el 41 por ciento de lo planificado.
Actualmente se incumplen los planes de entrega de carne y de leche; mientras, la contratación de las producciones correspondientes al año 2023 no rebasa el 14 por ciento, un asunto que tienen que priorizar las empresas Cárnica y de Productos Lácteos.
Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, indicó transformar la situación para dar comida al pueblo y fustigó la inercia en la actuación de algunos dirigentes del sector; que, en su opinión, se refleja también en el hecho de que de los más de nueve mil tenentes en la provincia, solo 256 puedan sacrificar reses.