Hay canciones que me estremecen cuando las escucho, unas en inglés (idioma que apenas domino) y otras en español. No son muchas; quizás unas cinco. Entre esas siempre ha estado Yolanda, del cantautor cubano, recientemente fallecido, Pablo Milanés.
No busqué la historia, las anécdotas, la red social Facebook la puso ante mis ojos y pensé que lo mejor era compartirla con usted, lector de este sitio, pues con seguridad le interesará y la disfrutará, como yo. Evidentemente fue escrita antes de la muy lamentable desaparición física del cantautor preferido por muchos.
“Cubana, dulce, carismática, aguda y, sobre todo, cienfueguera hasta la médula, Yolanda trabajó durante 25 años en Cuba como productora y asistente de dirección de cine y televisión, aseguran en la reseña.
Yo fui esa muchacha de la que él se enamoró y podía haber sido otra. No creo que tenga ningún mérito personal, el talento, por supuesto, es de él, afirmó Yolanda Benet al hablar de su canción y de su eterno e indestructible vínculo con Pablo. Su matrimonio duró seis años, y su familia es la misma desde entonces.
“Ni el divorcio, ni los nuevos amores borraron este nexo indestructible que hay entre ellos. La primera canción que escuchó de Pablo era muy popular: Estás lejos, y la cantaba cuando formaba parte del cuarteto Los Bucaneros, a principios de los sesenta.
“Yolanda lo conoció en noviembre de 1968. Primero conoció su voz, luego apareció él. (…) Recuerda este día como si fuera hoy. Fue el momento en que iniciaron la primera reunión de trabajo para producir la película La primera carga al machete. Yolanda hizo algunas gestiones y así fue como él empezó a trabajar con ellos. Milanés compuso cuatro canciones que narraban la trama, argumento histórico basado en la guerra del 95. Al calor de esta producción intimaron y se conocieron más y más, trabajando juntos.
“Yolanda cuenta que Pablo escribió muchísimas canciones durante su matrimonio. Un día le cantó: ‘Yo no te pido que me bajes una estrella azul’, y ella le dijo: Qué linda esa canción de Silvio, y él le contestó: No, Yolanda, es mía y para ti. Fue la primera de todas las grandes canciones que Pablo le compuso.
“La canción Yolanda es luminosa, un canto a la eternidad, un desgarramiento. Pablo la compuso cuando su primera hija tenía diez días de nacida. Él estaba enloquecido por tener un hijo y nace Lynn, la primera de las tres hijas que tienen en común.
Y cuenta Yolanda: Cuando la niña tenía un poco más de una semana de nacida Pablo viaja para hacer un trabajo del Icaic. Fue terrible desprenderse de la casa. Se fue al interior del país y cuando regresó nosotras estábamos en la casa de mi madre. La niña estaba majadera, lloraba, no se quería dormir. Yo lo intentaba, pero era una lucha. Llegó Noel Nicola y Pablo cogió la guitarra y me cantó No me pidas, Quiero poner la tierra a tus pies y Yolanda.
Entonces afirma el autor del texto, cuyo nombre lamentablemente no encontré (si él lee esto, por favor, que me contacte): En ese minuto ella no lo escuchó con atención, estaba atendiendo a la niña y no se percató de la cara de frustración que puso Pablo. Con calma, ya por la noche, muy tarde, cuando todo el mundo se había dormido y estaban solos, mientras ella le daba el pecho a la niña, le pidió a Pablo que le cantara las nuevas canciones otra vez.
“Y por primera vez escuchó Yolanda. Algo curioso es que ni él ni ella mencionaron la posibilidad de grabarla alguna vez, era íntimo, un secreto de ambos. La canción empezó a trascender en el Icaic, la estrenó Pastor Vega en un documental y Pablo empezó a cantarla en los conciertos. En los primeros años no tuvo esa repercusión que tiene hoy. Ha sido cantada en todas partes del mundo durante casi cuarenta años.
Yolanda refirió: Él me cuenta siempre que ha tratado de quitarla del repertorio, tiene cosas nuevas, canciones que bien pueden estar en su lugar, pero no ha podido nunca, porque la gente no lo deja.
Quien escribió el texto precisó que lo curioso es que Pablo demoró en hacer esta canción entre 20 minutos y una hora. Parece muy simple, pero en el arte las cosas aparentemente simples toman una dimensión insospechada”.
Yolanda: Se fue de todo pronóstico, no creo que él haya pensado que esa obra iba a trascender tanto y a mantener su vigencia a pesar de los años que tiene, a pesar de lo que hemos vivido los dos después. Porque sí hicimos nuestras vidas posteriores y hemos sido felices cada quien en su historia.
Autor: Pablo y Yolanda han encontrado un hermoso equilibrio, el de estar juntos siempre que pueden para disfrutar de la familia que han creado, en las buenas y en las malas, sin perder un detalle ni descuidar el carácter y la personalidad de cada uno de los seres que aman”.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.
Bonita historia. Consternación en Cuba. EPD querido Pablo