Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete, frente a Costa Rica, un equipo que pierde muy poco. Así fue el debut de España, y de Luis Enrique, en la Copa del Mundo de Fútbol de Qatar 2022.
Una vez más contra todo y todos. Ya acostumbrado, el asturiano no dejó indiferente a nadie con su once inicial, en el que aparecían Rodri de central y Dani Olmo por un extremo, con Asensio de falso nueve.
Algunos le llamaron payaso, excéntrico. Otra vez. Muchos, incluso españoles, esperando un fracaso ruidoso. Pero lo importante en España es que Luis Enrique cree en su grupo y ellos creen en él. Ya lo dijo Hemingway: «La mejor manera de saber si puedes confiar en alguien es confiando».
Olmo antó, el archicriticado Ferrán Torres se fue con doblete, mientras que Gavi y Morata, al que, decían, no debieron llevar porque era el puesto de Borja Iglesias o Iago Aspas, también se hicieron presentes en el marcador. Sin contar con el partido que firmaron Jordi Alba o el propio Rodri.
Los ticos se vieron asfixiados y Keylor lo sufrió como pocas veces lo ha hecho en su carrera. Quizás solo cuando el Barça comandado por Neymar, Iniesta y Suárez le endosó cuatro en el Bernabéu. Tal vez lo recordó cuando debió sacar por enésima vez el balón del fondo de las redes. Pero hoy fue peor, un mal sueño para los centroamericanos que no tuvieron la pelota y resultaron incapaces de hacer un tiro entre los tres palos.
Posesión y goles. La quimera que nos soportan los resultadistas: ganar, jugando bien. Lo que según los especialistas en redes sociales, era imposible para la selección de un tipo que no merecía la responsabilidad que se le daba. Un equipo de «troncos».
Que sangren por la herida que viene abierta desde mucho antes de la Eurocopa. Luis Enrique soporta la presión, sigue fiel a sus ideas y los suyos le responden.
Luego de la goleada el técnico dijo que su objetivo no era callar bocas, sino mejorar al equipo, porque el resto solo forma parte del escenario. Sin embargo él sabe que calló bocas, que algunos se retuercen por dentro y que otros le agradecen por no ceder ante una presión que pude ser demoledora para cualquiera. Y eso… eso al menos, es digno de respeto.
Resultados del día
Croacia y Marruecos igualaron a cero. Alemania protagonizó la segunda sorpresa del Mundial tras caer 1-2 ante una entregada selección japonesa y Bélgica superó con lo justo a Canadá 1-0.