La Medicina Natural y Tradicional (MNT) en Cuba “goza de buena salud”, aseguró Johann Perdomo, al frente del departamento que atiende ese programa en el Ministerio de Salud Pública.
Al cierre del pasado año, con todas sus complejidades por el impacto de la Covid-19 y las penurias económicas que padece el país, entre otras cosas por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos, Cuba entregó más de 99 millones de unidades de productos naturales, incluidos los elaborados a nivel local y por la industria.
Por su parte, en la atención médica realizaron 39 millones de prestaciones con las diferentes modalidades terapéuticas, en tanto en el área de docencia incrementaron a cuatro los escenarios de formación de especialistas certificados por la Junta de Acreditación Nacional.
Más allá de los números, Perdomo resaltó la voluntad del Gobierno de impulsar la MNT, la cual desde 2011 fue incluida como un Lineamiento de la Política Económica y Social del Partido.
Comentó que el país cuenta con un programa que abarca 11 modalidades: Acupuntura y técnicas afines, Fitoterapia, Apiterapia, Ozonoterapia, Terapia floral, Homeopatía, Ejercicios tradicionales chinos, Helio-talasoterapia, Hidrología médica, Orientación nutricional naturista y Medicina ayurvédica.
El especialista destacó la contribución de la MNT al enfrentamiento de la pandemia, pues con productos naturales como PrevengHo-Vir, Ozonoterapia y Curmeric (elaborado a partir de la cúrcuma) ejecutaron estudios clínicos registrados.
Curmeric: Efectividad probada
Precisamente sobre el Curmeric la doctora en Ciencias Tania Valdés, jefa del Laboratorio de Teragnóstico, establecido entre el hospital universitario Calixto García y el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear, aseguró que está demostrada la seguridad y efectividad del producto en el tratamiento de enfermedades respiratorias.
Explicó que desde 2011 la entidad trabajaba en el desarrollo de productos naturales con cúrcuma en forma de cápsulas para el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión, diabetes, dislipidemia (colesterol y triglicéridos altos) y artritis reumatoidea.
A la par, dijo, iniciamos las investigaciones de las propiedades antimicrobianas de esta planta, aislamos cepas de bacterias de pacientes graves con enfermedades respiratorias, y cuando llegó la Covid-19 a Cuba ya teníamos un producto terminado, Curmeric, que fue utilizado inicialmente en el personal de Salud en la primera línea de enfrentamiento.
En principio, recordó, también fue empleado por personal de estomatología en tres clínicas del municipio habanero de Plaza de la Revolución, luego en atención primaria de salud, y en 2021 en una intervención sanitaria masiva en Ciego de Ávila y Granma, a raíz de la alta transmisión de la variante Delta del SARS-CoV-2 en estas provincias.
La especialista informó que hasta hoy más de 100 mil pacientes recibieron este producto que tiene tres formulaciones: gotas nasales, colutorio y solución oral en forma de jarabe.
Estamos hablando de un producto natural que tiene registro en el Instituto de Higiene y Epidemiología como suplemento, aún no como medicamento, remarcó.
Comentó que la cúrcuma se usa como alimento, pues es la base del curry, y aplica como colorante, pero desde el punto de vista del tratamiento de determinadas patologías tiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
También se utiliza en padecimientos gastrointestinales, respiratorios y dermatológicos, e incluso en investigaciones dirigidas hacia el cáncer y enfermedades neurodegenerativas, específicamente de manera preventiva para lograr un envejecimiento con calidad de vida, precisó Valdés.
El clima de Cuba es muy bueno para producir esta planta y actualmente se siembra en casi todas las provincias, establecemos convenios con la agricultura para tener una cúrcuma de alta calidad y así obtener un producto con los atributos requeridos, refirió.
Actualmente el Curmeric es producido en el laboratorio farmacéutico Medilip, en Bayamo, provincia Granma, y se distribuye a todas las farmacias del país, informó la especialista.
Valdés anunció que de esta línea Curmeric antimicrobiana realizan investigaciones para crear dos nuevos productos: gotas óticas y cremas.
Moringa: Cura hasta 300 enfermedades
Cuba impulsa la producción de derivados de la Moringa oleifera para ser empleados por la población como suplemento nutricional, alimento funcional, terapéutico y tratar padecimientos como la diabetes y la hipertensión.
La doctora Concepción Campa, asesora del Centro de Investigación de plantas proteicas y productos naturales, explicó que esta especie de árbol originario de la India tiene propiedades antiinflamatorias y antibióticas, y sirve para curar hasta 300 enfermedades.
Conocida en el mundo como árbol milagroso, de la vida, luz de la esperanza o como ángel convertido en planta, es un alimento muy completo, poseedor de todas las vitaminas y propiedades, y es tan equilibrada su composición que también tiene efectos farmacológicos, comentó.
En Cuba esta planta tiene mucha demanda a pesar de que, a su juicio, no se divulga plenamente.
Las personas la ingieren en forma de cápsulas, tabletas o en polvo (se agrega a los alimentos), productos que brindan energía, suben la hemoglobina y crean un equilibrio en el organismo.
El té confeccionado con sus hojas baja la presión, ayuda a los diabéticos y reduce el peso corporal.
En la isla antillana se desarrolló esta planta a partir de semillas traídas de la India, y se da muy bien por el sol y el aire de mar, enfatizó Campa.
Los científicos cubanos, añadió, estudian las distintas especies de moringa, sus efectos antimicrobianos, antivirales y energetizantes.
Para la prestigiosa investigadora, la Medicina Natural y Tradicional es la medicina del futuro, la más económica, la menos agresiva para el medio ambiente y para el ser humano, y la que está al acceso de todos. (PL)