La arrancada y el aprendizaje en los nuevos trámites que empiezan a hacer realidad las bondades del Código de las Familias caracterizaron los primeros 30 días desde la entrada en vigor de esa norma, según informaron a Trabajadores las autoridades del Ministerio de Justicia (Minjus).
Pilar Alicia Varona Estrada, viceministra de ese organismo, recordó que el 27 de septiembre se publicó en la Gaceta Oficial la Ley 156 del Código de las Familias, así como dos Resoluciones del Minjus (492 y 493) con modificaciones a la Ley del Registro del Estado Civil para crear la Sección de Uniones de Hecho Afectivas y regular el procedimiento para determinar el orden de los apellidos cuando no haya acuerdo entre los padres y madres; y la segunda para establecer el procedimiento para el divorcio notarial de mutuo acuerdo.
La Indicación metodológica No.3 que ese mismo día emitió la Dirección General de Notaría y Registros Públicos (DGNRP) hicieron énfasis en la preparación de notarios y registradores, así como en un modelo de actuación bajo el principio de la sensibilidad y el buen trato a la ciudadanía, sobre la base de la debida diligencia y la razonabilidad en los casos.
A partir de ese momento ha habido un intenso trabajo de capacitación y conciliación con todos los organismos involucrados en la implementación de estas legislaciones, tales como la Fiscalía, los Tribunales y los equipos multidisciplinarios sobre asuntos de familia que atiende la FMC en los territorios.
La habilitación de canales de comunicación internos con todos los notarios y registradores para la recepción y respuesta a consultas técnicas, así como correos electrónicos para las dudas de la población en el nivel nacional y las direcciones provinciales de Justicia, fueron algunas de las medidas más inmediatas desde el punto de vista organizativo, de acuerdo con la funcionaria.
“A partir de todo ese intercambio se hizo necesario emitir una segunda Indicación metodológica de la DGNRP el pasado 4 de octubre, para continuar ordenando la implementación del Código, apuntó Varona Estrada.
Olga Lidia Pérez Díaz, directora general de Notarías y Registros Públicos, amplió que en el país existen 696 notarios (el 88% de la plantilla) en 276 oficinas, veinte más de las que existían dos años atrás. Igualmente suman 335 unidades del Registro civil, con 685 registradores, así como 169 establecimientos del Registro de la propiedad, con 435 registradores, también con determinado impacto en algunos aspectos del Código de las Familias.
Videoconferencias semanales con directivos y especialistas de todas las provincias, para monitorear cualquier incidencia y reportar los principales actos que se realizan y luego se envían al sistema estadístico; encuentros técnicos en diez territorios (solo falta la zona más oriental del país), no solo con notarios y registradores, sino también con otros operadores del derecho como fiscales, abogados de bufete y jueces, son algunas de las acciones de formación para todo ese personal especializado.
Entre los aspectos que más interés suscitan en esa capacitación interna están, por ejemplo, la delegación voluntaria de la responsabilidad parental o parte de su ejercicio, la aplicación práctica de los artículos sobre el asentimiento de un cónyuge para que el otro pueda vender o donar un bien, los términos y contenidos de los pactos matrimoniales en sus tres modalidades de comunidad o separación de bienes, y régimen mixto, entre otras novedades.
Otro ejemplo es la conciliación que tiene lugar actualmente con el equipo multidisciplinario que coordina la FMC en cada municipio, la Fiscalía y los Tribunales para organizar cómo se va a desarrollar el proceso de escucha de los menores de edad cuando sea necesario, en casos como los divorcios notariales.
Sobre los modelos que se entregan a la población hay indicaciones para en tanto se completen los cambios en la aplicación informática del Registro del estado civil las cuales se trabajan desde la versión 22 del proyecto de Ley y deben comenzar su pilotaje a finales de año o inicios del próximo, hacer las adecuaciones en las plantillas de modo que las personas no reciban un documento que no se ajuste a la realidad, como puede ser el tratamiento en las certificaciones de matrimonio para las parejas del mismo género.
Transcurrido un mes ya incorporamos las acciones de control, con visitas que ya abarcaron a todas las unidades de prestación de servicios de La Habana (notarías, palacios de matrimonios y registros civiles), y otras en Sancti Spíritus, Cienfuegos, Matanzas, indicó Pérez Díaz.
Nos habíamos preparado para una demanda mayor. Todavía la población está en una etapa de consultar, esclarecerse, pero creo que lo estamos haciendo bien, valoró la directora de la DGNRP, quien ofreció estadísticas de varios de los trámites introducidos por el nuevo Código.
Ocho pactos matrimoniales; tres contratos de alimentos (una persona que se compromete a cuidar de otra a cambio de recibir un bien a futuro, como la vivienda); nueve uniones de hecho afectivas, de ellas una sola entre personas del mismo género; siete escrituras de asentimientos para actos dispositivos de la vivienda familiar (cuando el cónyuge propietario quiere vender la casa familiar debe contar con la aprobación de su pareja, si esta cumple determinadas condiciones que merecen protección), son algunos de esos trámites inaugurales.
»En cuanto al matrimonio, se han disparado durante el mes de octubre con unos 3 mil 300 matrimonios, de ellos 75 entre personas del mismo género, que representan un 2.27% del total», ilustró.
«Conocemos de la intención de muchas parejas homosexuales que quieren casarse, pero solo han ido a preguntar. También hay matrimonios entre personas cubanas y extranjeras que se formalizaron en el exterior, y han planteado a través de nuestros consulados su intención de que se les reconozca su matrimonio en Cuba, lo cual ahora es perfectamente posible», explicó.
«Tuvimos ya también un caso de una pareja en Matanzas que tuvo un bebé y optó por inscribirlo con el apellido de la madre en primer lugar. Todos estos cambios tomarán su nivel en la medida que las personas tengan más dominio del Código», concluyó.
Como próximos pasos, la funcionaria anunció que se trabaja en la propuesta de la estructura y funciones de la Defensoría familiar, también responsabilidad del Minjus, así como su réplica en las direcciones provinciales de Justicia, la coordinación con otros organismos implicados y la definición de quiénes podrían ser defensores y consultores para la nueva institución.
»De manera autocrítica debemos reconocer, no obstante, que todavía nos falta más preparación del personal. Esta Ley tiene que ser el libro de cabecera de nuestros profesionales, porque el Código de las Familias regula muchas figuras jurídicas, no pocas de ellas completamente nuevas», admitió, al insistir en la importancia del modelo de conducta y actuación de notarios y registradores, en una materia de gran sensibilidad donde cada caso es diferente, por lo cual se requiere de experticia y especialización.