LA GUAGUA: No es queja, sino denuncia

LA GUAGUA: No es queja, sino denuncia

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Ante este post:

¿Es sólo económico, comercial y financiero el daño que provoca el bloqueo en la población cubana?

Hubo numerosas reacciones entre las cuales seleccionamos las menos comunes:

 

Ernest Pappel:

Noooooo Es mucho más…

El daño a través de esos mecanismos (económicos comerciales y financieros) hacia el espíritu de las gentes, hacia sus ideas, sus pensamientos, hacia eso que llamamos ideologías … Ese daño está siendo y es INMENSO !

 

Julio:

A los que dicen que nos quejamos del bloqueo o que lo usamos como justificación, les doy mi respuesta, la mía: yo no me quejo del bloqueo, lo denuncio; y no lo uso como justificación, sino para explicarme a mí mismo porque tengo tantas necesidades.

Agradezco esa solidaridad con Cuba y todas las condenas al bloqueo, pero los que estamos dentro del cerco somos nosotros.

 

 

Blanca:

Bruno dice que más de 15 millones de dólares de pérdidas económicas, día por día en el último año es mucho dinero, pero si voy a contabilizar los daños para mí, pueden ser apenas unos pocos pesos, los que me cuestan las medicinas para la presión arterial, y las pastillas para los nervios.

Oye, ¿qué tu anotas ahí? No, no, ni mi nombre ni mi foto ni nada de eso, pero puedes poner ahí lo que yo digo, que estoy medio loca, trastornada por culpa del bloqueo y que yo no lo tengo valorado en dinero porque es poco, lo más grande es que me tiene al mal traer todo el día: ni siquiera he terminado de preparar el almuerzo, y cuando estoy comiendo, ya estoy preocupada por lo que voy a cocinar por la noche…

¿Me estas grabando? Borra eso que después la gente se va a reír de mis locuras que no niego que haya nacido con un poco de trastorno, pero… cómo conseguir que un barco traiga lo que yo necesito si después que entra a Cuba no puede atracar en EEUU, o si lo que me hace falta tiene la décima parte de cosas de ese país, no lo venden a Cuba.

Mira, yo estuve de visita en otro país, y allí mi yerno me decía: pero Blanca para qué tú guardas esos pomitos y yo le digo que para cuando haga falta echarle algo adentro, y cuando me preguntó porque compre tres latas de salsa si con una sobraba… me di cuenta de que estaba haciendo como en Cuba, pero… qué va… no di mi brazo a torcer y le dije que era para no tener que ir tantas veces a la tienda.

Bueno… está bien, hay mucha gente que se llama Blanca, pero nada más, que yo no soy la única que está disparada de los nervios, y el médico me dijo que es por tener muchas cosas en la cabeza…

¿Qué cómo sería Cuba sin bloqueo? yo no soy adivina, pero he viajado a varios lugares y te digo que si a esos otros países no le dejaran usar el dólar americano, si no le permitieran comprar lo que necesitan… y tampoco vender lo que producen… no serían como son hoy.

Y no me preguntes por qué estoy aquí y mis hijos, los dos, andan por ahí por el mundo. Uno de ellos decidió irse y dejarme sola aquí porque pasaba mucho trabajo para montarse en una guagua para ir al trabajo, y porque no podía irse de vacaciones a un centro turístico, y embulló al hermano… a esos muchachos no les importa la política y se fueron para tener carro y de todo… yo sé que puedo morirme sin que pueda verlos ni que estén aquí para ayudar a su madre… y ya que voy a llorar…

 

En resumen: como dijo el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla:

El bloqueo del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba “ha sido quirúrgicamente mejor diseñado, tomando como blanco cada uno de los principales ingresos del país y buscando con saña incrementar el impacto en la vida cotidiana de nuestra población”

 

Calificó la política norteamericana como de

“asfixia y guerra económica”, para “buscar deliberadamente el colapso de la economía cubana sin medir las graves consecuencias humanitarias”.

 

También lo considero como

realidad inocultable, que alcanza y daña a cada familia cubana, en el país, en los Estados Unidos, incluyendo a sus propios ciudadanos; y a cualquier cubano o empresa en todo el planeta.

 

Y dijo:

“Nuestro pueblo sufre. Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, a vivir en paz”

 

Guaguas anteriores pueden abordarse desde aquí.

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»

Acerca del autor

Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.

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Un comentario en LA GUAGUA: No es queja, sino denuncia

  1. Estimado Arturo:
    Me he referido varias veces a esta temática, pero mientras exista el Bloqueo, lo menos que puedo hacer es denunciarlo.
    Se habla del impacto agravado del Bloqueo en la economía y en la vida cotidiana de la familia cubana, pero, como todo recuento, registra las cifras, los miles de millones de dólares que nos ha costado la imposición de las medidas que componen el andamiaje jurídico del Bloqueo, dentro y fuera del territorio de Estados Unidos, a nuestro país, así como el costo adicional de la aplicación de contramedidas para, en lo posible, burlarlo o aminorar su impacto. Pero este recuento es incapaz de cuantificar el dolor humano. Se ejemplifica, en los extremos, en la imposibilidad de adquisición de un medicamento que salvaría la vida de un niño y, de solo considerarlo, es un elemento más que convincente. Quizás ya de tan habitual no nos damos cuenta de que la mayoría de los problemas con que convivimos tienen su causa, directa o indirecta, clara o solapada, en el Bloqueo. Este recuento de los daños de esta política es asimismo incapaz de cuantificar cuánto ha incidido, incluso, en la diáspora y en la separación de la familia cubana, agravada en la medida en que este Bloqueo ha arreciado.
    Soy parte de este pueblo, nací bajo el bloqueo, bajo el bloqueo nació mi hija y también mi nieta. Contando mis ancianos padres, aún vivos, son cuatro generaciones a las cuales el bloqueo está afectando de una forma o de otra. Gracias precisamente a esta Revolución, imperfecta como toda obra humana, pero perfectible y de hecho en la medida de las posibilidades propias y en lo que nos permite ese mismo bloqueo, continuamos perfeccionando; sentimos con menos crudeza los embates asesinos de ese bloqueo y, cualquier iniciativa, cualquier acción, cualquier sentimiento que se dirija a su destrucción, cuenta con mi apoyo entusiasta.

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