Desde su puesto como secretaria en la UEB Servisa Santiago de Cuba María Elena Yasel Acosta sabe de aquello que “le toca” y lo que pudiera pensarse “que no le toca”.
Además de levantar actas, archivar documentos o responder llamadas, domina, como el resto de sus compañeros, asuntos como el registro de recursos, la contrapartida en los puestos claves, el destino de las producciones, o calidad de los servicios que la entidad presta al sector del turismo y a terceros, entre otros.
“Es que aquí el control interno no resulta ajeno, es tema obligado no sólo a nivel de jefes o del consejo de dirección sino de afiliados y asambleas sindicales”.
Pensar que la recomendación viene de tan cerca es completamente posible hasta que lo corroboran los argumentos del equipo de auditoría que lidera la Decimocuarta Comprobación Nacional al Control Interno, del 19 de septiembre y hasta este 31 de octubre, en Servisa Santiago de Cuba.
Con participación en varios de estos ejercicios contables que organiza la Contraloría General de la República, las auditoras Yanet Lay Silva Pérez y Yirisleydis Gracial Díaz, expresan satisfacción al hablar del modo en que los trabajadores de esa entidad del sector del turismo dominan cuestiones claves que hacen tangible el tan demandado ambiente de control.
“Basta conversar con ellos, comenta Gracial Díaz, en cualquier puesto de trabajo, o solicitar alguna documentación para que fluya todo de manera muy natural, sin sobresaltos, sin rodeos, ni medias tintas, ni tener que permanecer largo rato a la espera de lo pedido.
“Ahí una se da cuenta que aquí el control es del día a día, no de corre-corre a las puertas de la Comprobación, de ahí los satisfactorios resultados que arroja la comprobación, sin alarmas, sin nada burdo, siempre perfectible, claro está, pero con orden”.
A juicio de las expertas en Servisa queda más y mejor por hacer en el orden de la gestión de cobro de cuentas envejecidas, y la comunicación y divulgación de servicios que prestan a terceros para favorecer el cumplimiento de los planes productivos y el salario de los trabajadores.
“No olvidemos, explica Yanet Lay, que esta Comprobación Nacional tiene como objetivo general evaluar el sistema de control interno para garantizar la implementación de las medidas aprobadas para fortalecer la gestión en el sistema empresarial estatal cubano.
“En esta UEB hemos chequeado nueve de esas 43 medidas, todas con resultados favorables”.
Unicornio se diversifica
Junto con la panedería-dulcería D’Gusto, lavendería Unicornio es de las unidades productivas de Servisa Santiago donde la implementación de las mencionadas medidas hace diana hacia lo externo y lo interno.
Primero extendieron sus prestaciones hacia el sector salud, incluso en medio de la pandemia, misión que los hizo acreedores de la Bandera Proeza Laboral, y tiempo después comenzaron con personas naturales para lavar todo tipo de ropa, incluido el planchado de sábanas, fundas, toallas y sobrecamas, empaquetado en naylon para garantizar la higiene total.
Las clientas Giselle Díaz y Yesimil Díaz lo validan, en tanto puertas adentro lo confirman Freddy Nápoles Burgos, responsable de recepción y entrega y José Nogueira Castañeda, empaquetador.
Unas y otros, respectivamente, detallan los por qué.
“Es un servicio de excelencia, a buen precio, porque cobran 17,53 CUP por cada kilo de ropa para lavar y planchar, con productos de limpieza de primera, y un trato afable, es sólo entregar el bulto sucio en la mañana y recogerlo en la tarde”.
“A pesar de la baja turística que tiene el polo santiaguero no hemos dejado de trabajar, tenemos el empleo garantizado, y aunque con altibajos, pero sin caer en pérdidas, vamos concretando los planes productivos, todo eso gracias a la ampliación del objeto social”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.