Uno nunca sabe dónde encontrará una historia. Algunas brotan desde las malas noticias, otras nacen de la satisfacción y un puñado nos llegan como misterios que necesitamos desentrañar. Este lo «desentrañamos» luego de hacer un alto tras haber apreciado en San Juan y Martínez a un puñado de trabajadores forestales de varias provincias del país «ultimando» palmas reales…
«Luego del desastre del huracán Ian se tomó la decisión de aprovechar las palmas reales caídas», afirmó Alberto Iglesias director de la UBV forestal de ese municipio vueltabajero, «De varias provincias orientales y ahora Camaguey han llegado brigadas para aprovechar esta madera para la construcción de viviendas».
Entre el constante ruidos de motosierras el directivo dijo que la calidad de la madera de palma real está demostrada, pues es sólida y garantiza la confiabilidad a largo plazo.
«De cada palma salen entre 12 y 14 tablas. Hemos procesado más de 200 palmas. Todavía queda un número importante que también será aprovechado. Se emplearán en todos los territorios de la provincia que fueron afectados».
Iglesias aseguró que muchos pinareños desconocen la calidad de ese producto forestal, pero poco a poco irán aceptándolo.