Cargando...Plena coincidencia existió entre los especialistas de diversas naciones al calificar como una acción terrorista las averías provocadas a los gasoductos Nord Stream I y II, el pasado mes de septiembre, en el Mar Báltico, cerca de Noruega y Suecia.
Sin embargo, no fueron tan precisas las respuestas que se han dado a las interrogantes lógicas que crea este suceso, ocurrido en la oscuridad del fondo del mar y solo con la presencia de la fauna marina.
Para conocer la respuesta a cómo se hizo, habrá que esperar por los resultados de las investigaciones que inevitablemente se harán. Pero para saber quién o quiénes son responsables se deberá esperar mucho tiempo, quizás décadas, aunque algunos se apresuraron a acusar a los rusos, horas después de ocurrido el hecho.
Cualquier lector avezado debe imaginarse de inmediato que tal acusación, sin prueba alguna, fue hecha por las autoridades estadounidenses como forma de incrementar la rusofobia, que en gran medida ellos crearon, junto con sus seguidores de la Unión Europea.
Llama la atención que las naciones de Europa occidental no reaccionaron tan rápidamente, a pesar de que el sabotaje no solo perjudica a Rusia y Alemania, inversionistas del gasoducto, sino también a ellos mismos, pues se acerca el invierno y con esta acción se incrementa la falta del gas necesario.
Antecedentes apuntan hacia EE.UU.
La Organización del Atlántico Norte (OTAN) inmediatamente señaló los riesgos para la navegación y los perjuicios medioambientales que provoca el sabotaje.
De inmediato asumió su verdadero papel cuando “advirtió que ante cualquier ataque a las infraestructuras de los aliados responderían con una respuesta unida y decidida”. ¿Pero contra quién?
La Cancillería rusa denunció de inmediato que las explosiones ocurrieron en una zona controlada por los servicios secretos estadounidenses y recordó la amenaza de EE.UU. “de aislar a Europa de los recursos energéticos rusos”.
El ex presidente Donald Trump fue categórico al señalar “que la actual Administración podría estar detrás del sabotaje y recordó lo planteado por el presidente Biden, el 2 de febrero de este año, cuando amenazó acabar con el Nord Stream II”
Se refería a lo dicho por Biden durante una conversación con una periodista de su país. “Si Rusia invade a Ucrania, acabaremos con el Nord Stream II. Le pondremos fin”. ¿Pero cómo lo hará, si el proyecto está controlado por Alemania?, insistió la colega.
“Le prometo que seremos capaces de hacerlo”, respondió.
Por su parte, la Embajada rusa en Washington recordó la actividad de buques de guerra de EE.UU. en la zona, días antes del sabotaje y los ejercicios de la Marina estadounidense con explosiones submarinas llevadas a cabo, hace un tiempo, en esa zona.
Poco después la Federación Rusa oficialmente lanzó una causa penal por terrorismo internacional.
¿Quién o quiénes se benefician?
No resulta difícil responder a esta pregunta. Quedan descartadas Rusia y Alemania, quienes invirtieron cifras multimillonarias en la creación e instalación del gasoducto. Rusia pierde temporalmente la posibilidad económica de una vía para enviar su gas a Europa occidental.
Los expertos señalan que no es posible predecir el funcionamiento futuro de la tubería hasta que exista una evaluación de los datos.
Sobre las características del sabotaje, no existen muchas especulaciones, ya que se reconoce que tal acción debió llevarse a cabo por un Estado, con todos los medios para poder hacerlo, y descartan que se trate de una organización terrorista.
El tiempo pasa y pasará, porque considero que estamos ante un hecho que, como muchos otros, nunca se conozca el o los autores. Curiosamente son los EE.UU. los más beneficiados, puesto que incrementarán su venta de gas a Europa.
Un colega del Diario Montañés, de Cantabria, España, comenta el hecho el 30 de septiembre y lo ilustra con una caricatura que, sin decirlo, lo dice todo, al escribir en el tubo siniestrado la palabra Maine.
Nos ha tocado vivir en el siglo de las mentiras. Aunque algunas sucedieron antes, como la explosión del Maine, en la bahía habanera, o el incidente en el Golfo de Tonkin, o las armas de destrucción masiva de Iraq y otras, ¿Será casualidad?
Es cierto que quizas no se conozca a los autores de este acto terrorista,pero con todos los antecedentes que existen,no tengo la menor duda que la mano sinestra y la diestra también del gobierno norteamericano tienen que ver con este hecho.Son los campeones del terrorismo de estado y a Cuba les sobran ejemplos sobre ello;porque hemos sufrido en carne propia muchos de sus actos criminales.