Del negro y el gris pintado por el fuego va quedando menos. Las nítidas señales de la recuperación muestran otros colores, gracias al afán de hombres y mujeres empeñados en seguir borrando de la zona siniestrada los trazos de la tragedia.
Tan grande como diversa, labora allí una fuerza unida por el deseo común de hacer bien las cosas en el menor de los tiempos.
“Lo de nosotros es de campana a campana”, asegura Emelio León Barroso, director del Centro de Contingencia de la Emcor, empresa encargada de la construcción, reparación y mantenimiento de depósitos de combustibles, ductos, protección anticorrosivo e instalaciones en general, entre otros servicios.
A la tropa de Papito, como se le conoce a Emelio, se le profesa una admiración especial en la Unión Cuba Petróleo (Cupet). “Ellos son los mejores en lo que hacen”, precisa sin titubear Reynaldo Fiallo Abreu, el director de mantenimiento de este organismo y ahora al frente de la recuperación en la Base de Supertanqueros.
El ingeniero habla con encomio del montaje de las bombas de enfriamiento del sistema contraincendio, tarea estratégica para lograr la necesaria vitalidad, donde también participó esta brigada. Según Papito, en solo 33 horas ellos concluyeron un trabajo que por complejo daba para varios días. “A pesar de la rapidez, asevera, la calidad está garantizada”.
Desde el inicio de la fase recuperativa hasta la fecha, la brigada ha conectado decenas de metros de tuberías. “Estamos ensamblando las de 24 pulgadas, son como tres kilómetros, por ahí irá diésel”, dice mientras fija los ojos en el ensayo no destructivo, por líquidos penetrantes, para determinar si hay fisuras o poros en el cordón de la soldadura. Todo luce tan perfecto que no debe haber ningún problema. “Es un procedimiento de rigor”, advierte.
Con un teléfono del que nunca se separa, Papito va sacando fotos de los trabajos, de los muchachos. Por cada publicación en su Facebook, reciben elogios. Sin embargo, no era por buscar méritos que lo hizo en las jornadas duras del combate contra el incendio en Base de Supertanqueros, a donde el 6 de agosto llegó la brigada. Él sabía bien el efecto de sus imágenes y entonces subió todas las que pudo.
Así le fue contando a cada familia que sus hijos, esposos, hermanos o padres estaban bien. “Mire los jóvenes que son, el menor tiene 21 años y el mayor 33”, expresa con cariño paternal el licenciado en Criminalística devenido soldador. “El más viejo soy yo y tengo 55”, expresa y sonríe.
Como si se tratara de una novena de pelota, Papito pone voz de narrador para mencionar a sus operarios de grandes ligas. Con Lázaro Ezequiel y Alexander Vázquez hace una distinción. “Son el cuarto y tercer palos”. Luego están Sandro Borroto, Sandro David, Yohandris (El Yoqui), Lázaro Marín, Arleis Armenteros, Megan Migue, Maikel Ramos, Odelto Padrón, Elisbel, El Lento…
Con ellos se hace realidad una frase de la autoría de Papito: “Si es fácil, lo hace cualquiera, si es difícil, solo Contingencia”.
Como mismo sucedió en los días de combate contra las llamas en la zona industrial, la brigada de contingencia continúa haciendo historia, afirma George Batista Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas (SNTEM).
Son el deseo y el compromiso el combustible que mueve a Papito y a su tren, como ellos se autoproclaman. Así dejan una huella por dondequiera que pasan. En una tropa de estrellas será difícil elegir quién será el mejor de la semana, observa Batista Pérez, mientras aprovecha el descanso para ponerlos al tanto de los propósitos del movimiento emulativo productivo Unidos y Comprometidos en la Recuperación.
En la iniciativa, explica el dirigente, están abarcados más de 600 trabajadores de Cupet y 90 empleados eléctricos, todos presentes en la Base de Supertanqueros. Además de los cortes emulativos semanales y mensuales, al término de cada trimestre se concederá el reconocimiento Petroleros por Cuba, instituido por la Unión Cuba Petróleo y el SNTEM.
“Esta será una oportunidad para premiar a pie de obra el heroísmo cotidiano de nuestra gente”, confirmó Batista Pérez.