“El sábado, cuando ocurrió la explosión, yo estaba allí, muy cerca de uno de los compañeros que ahora está grave. El calor era fuerte. De pronto aquello comenzó a sonar como un soplete al que le abren y cierran el oxígeno. Supe que algo muy peligroso estaba por venir. Sentí el ruido, me tiré al piso, una tapia me sirvió de parapeto, eso me salvó. Vi cómo la onda expansiva térmica alcanzaba a todo el que corría, por eso muchos tienen quemaduras en la espalda, la cabeza, detrás de las orejas…
“Dicen que en Matanzas se sintió el vapor, imagínate los que estábamos a unos metros. Pero eso solo duró unos segundos. Cuando me levanté, verifiqué que no hubiera indicios de otra explosión y traté de ayudar a los que tenía cerca.
“En la tarde, entré junto a otros compañeros en la zona sobre la que batía la columna de humo. El olor es peculiar, ni a quemado ni a pozo de petróleo, es una mezcla de azufre y algo más que se me ha impregnado en la memoria… Para entrar humedecimos las mascarillas. Al salir, estaban cubiertas de una particulas irrespirables”.
Quien habla es Evert Eduardo Díaz Suárez, jefe del Centro de Dirección de la UEB División Territorial Comercialización de Combustible Matanzas, que pertenece a Cupet. Tiene 25 años y desde hace tres coordina que las acciones operativas y comerciales de su entidad lleguen a buen término, ya sea en los muelles, en la recepción y entrega de combustible por oleoducto, en la descarga de los buques, en el bombeo, y más.
Estudió Tecnología de los procesos industriales del petróleo y ahora cursa el tercer año de Ingeniería Industrial en la Universidad de Matanzas: “Desde la noche del 5 de agosto paralizamos todas las operaciones, se apagaron los circuitos eléctricos por seguridad, y por la misma razón se evacuaron los buques que estaban en la bahía. Este domingo, debido a una contingencia, atracó un barco en el muelle de Bayona, que está más alejado, para evacuar algunas toneladas de diésel”.
A la pregunta de por qué el fuego alcanzó tan altas proporciones respondió que “una vez incendiado el petróleo, ni con los depósitos repletos de agua hubiéramos podido evitar lo que sucedió. El oxígeno del agua es combustible para las llamas. El crudo también contiene un porcentaje que va al fondo del tanque por decantación. Al quemarse todo el petróleo, el agua hierve y se desborda como si fuera lava de volcán. Por eso, este tipo de fuego se controla mejor con espuma o con polvo químico seco, que sería lo ideal, eso le da en la yugular al incendio. Con la espuma se va cercando el siniestro, estábamos en eso cuando ocurrió la explosión del sábado en la que perdimos los cuatro mejores carros que aplicaban esa técnica en la región occidental. Quedaron destruidos”.
Los ocho depósitos de combustible lucen su domo como pinchados por alfileres, es el sistema de pararrayos que forma una especie de jaula faraday que los protege de descargas eléctricas, siempre que esté correctamente conectada a tierra. Varios expertos reiteraron a Trabajadores que lo sucedido responde a una descarga insólita, superior a lo que el sistema podía soportar.
“Los tanques están diseñados para que, en caso de incendio, se active el sistema de extinción de manera automática, pero la descarga deterioró esos mecanismos. Hubo válvulas a las cuales no podíamos acceder”, explicó Evert.
“He vivido circunstancias complejas en mi vida, eso quizás me ha dado la ecuanimidad que te sorprende, pero esa madrugada del 6 de agosto nunca la podré olvidar. Vi a personas en la agonía de la muerte y no pude ayudarlos. Somos la única entidad que en Cuba almacena combustible en depósitos de 50 mil metros cúbicos. Hemos perdido dos. El daño es grande… Hay que ver cómo quedan los demás, pero eso ya será una etapa posterior. Para entonces lo primero será reactivar el anillo del sistema contraincendio”.
– Cada supertanquero está abrazado por un cubeto que posee una capacidad de contención que se corresponde con la del total del tanque más el 20 por ciento.
– Las hélices de los helicópteros tienden a detenerse ante tan altas temperaturas, lo cual limita su uso en incendio de grandes proporciones.
– Como medida de seguridad se cortó la electricidad en un área de la zona industrial, el propósito es que no se afectaran los grupos electrógenos conectados al sistema electro energético nacional, cuyas líneas pasa muy cerca del siniestro.
– Los tanques tienen un área efectiva de 4,3 metros cúbicos x cada milímetro, es decir, por cada 10 metros cúbicos tenemos más de 43 mil litros de combustible.
– Entre los heridos y desaparecidos hay dos operados y un jefe de turno, que está grave. El jefe del área comercial también tiene quemaduras en la espalada
– Hay unos cuantos con quemaduras leves. Roberto Morales tiene unas ampollas detrás de las orejas tremendas, porque es la parte que queda descubierta.
– Los primeros cuatro supertanqueros se construyeron entre 1986-87, los otros cuatro son de una inversión que se hizo entre el 2008 y el 2012.