En Bayamo se revive la historia, son las 5:15 de la madrugada, la misma hora en la que comenzaron las acciones del 26 de julio de 1953, y el rocío baña los rostros de jóvenes nacidos en esta ciudad que hoy recuerdan aquel histórico asalto.
Detrás de los enormes muros amarrillos del otrora Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, hoy parque museo Ñico López, muchachas y muchachos vestidos de verde olivo recuerdan aquel día glorioso de la Patria y rinden honores a los diez cubanos asesinados posteriormente por fuerzas de la tiranía proyanqui de Fulgencio Batista.
Por las venas de estos bisoños corre la sangre heroica de aquella Generación del Centenario a la impulsaba el deseo de lograr esta patria libre que hoy disfrutamos.
Junto a ellos estuvieron granmenses de todos los sectores y los principales dirigentes de esta provincia, recordando la solidaridad de varias familias de Bayamo y municipios cercanos que ayudaron a salvar la vida de muchos los asaltantes.
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La rememoración, como cada año, es oda de varias generaciones a la Revolución fundada por aquellos que asaltaron el Moncada y el Carlos Manuel de Céspedes, que fueron al exilio, que vinieron en el Granma y desde la Sierra Maestra construyeron el porvenir de Cuba.
Hoy Bayamo se estremece. Esta madrugada del Día de la Rebeldía Nacional estuvo impregnada del valor de aquella de 1953, y también de hijos agradecidos que a 69 años vinieron con sus flechas de coraje, trajeron la aurora, esos hijos que construyen cada día los cimientos de los que aman y fundan.