Cargando...Motivados por la convocatoria del General de Ejército Raúl Castro a salvar la producción agroazucarera del país, los trabajadores de las unidades productoras de caña, en Las Tunas, desarrollan el proceso asambleario 30 de Junio.
Carmen Tamayo Rodríguez, secretaria general del Buró Provincial del Sindicato del sector, asegura que las direcciones administrativas y de la organización obrera en el territorio han adoptado todas las medidas para garantizar el éxito de estos encuentros por la urgente necesidad de sumar la inteligencia colectiva a la búsqueda de alternativas que permitan transformar la compleja situación actual.
Aunque hay que mejorar también, el estado técnico de las industrias, hoy uno de los problemas más serios que enfrenta la zafra azucarera es la falta de materia prima en los campos, lo que atenta contra la sostenibilidad de las moliendas.
Entonces, es vital sumar la sabiduría y las mejores experiencias de los trabajadores al empeño de sembrar, cultivar y cosechar la caña que necesitan los centrales que intervienen en las contiendas, una asignatura pendiente.
Tamayo Rodríguez adelantó que se efectuarán 68 reuniones, en las que los colectivos laborales evaluarán el trabajo desarrollado en el año fiscal que cerró, precisamente el 30 junio, y proyectan las nuevas tareas con el objetivo de alcanzar mejores resultados.
Nuestra aspiración, dice la dirigente sindical, es que estos intercambios se aprovechen bien y sirvan para conformar estrategias para un futuro inmediato que contribuyan a erradicar las deficiencias subjetivas, presentes todavía en muchos de los escenarios productivos que impiden un aprovechamiento racional de los recursos humanos y materiales con que contamos.
Porque solo así se puede enfrentar la escasez de combustible, fertilizantes, baterías, neumáticos y piezas de repuesto para las maquinarias, aspecto que golpea objetivamente las faenas vinculadas con la siembra de caña en actividades vitales como la roturación de tierras y las atenciones culturales a los cultivos.
No obstante, hay buenos ejemplos de unidades que desafían estos imponderables y obtienen halagüeños resultados. Esas buenas prácticas son necesario extenderlas al resto de las organizaciones responsabilizadas con transformar el panorama actual.
En las sesiones de trabajo desarrolladas hasta ahora, el proceso termina el 15 de agosto, hacen un exhaustivo análisis de la implementación de las 93 medidas aprobadas para salvar el sector agroazucarero del país y se habla de alternativas más que de problemas, “porque esos los conocemos todos”, enfatiza Tamayo Rodríguez. Asegura que en el espíritu de los trabajadores se afianza la voluntad de vencer las dificultades y salvar la zafra que es historia y tradición en Cuba, además de continuar como una actividad vital en la economía de la nación.
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Los trabajadores de Matanzas encaminan sus proyecciones de trabajo en la recuperación cañera y reparación de las industrias con los recursos que contamos, con innovaciones que responden al banco de problemas de cada entidad para lograr los resultados esperados con eficiencia y calidad en la zafra 2023.
Los trabajadores azucareros están haciendo lo posible y lo imposible para salvar la Zafra .Debemos mejorar la siembra la selección de la semilla de esa acción depende el éxito de la zafra .
En los trabajadores de las unidades productoras de caña se afianza la voluntad de vencer las dificultades y salvar la zafra que es historia y tradición en Cuba.
Los trabajadores azucareros se afianzan la voluntad de vencer las dificultades y salvar la zafra que es historia y tradición en Cuba
¡Una vez más la controversia entre el agro y la industria!.
¿Solución entonces?: cambien a los cantantes; o separenlos de la cadena productiva.
Así el tomeguín no reventará más al sinsónte por tratar de imitarlo.
No menciono los argumentos pues los «cantantes» (siempre el tomeguin y el sinsonte) se cansan de intentarlo y repiten los mismos errores uno y otro año. Sin los resultados para una de las industria y faenas agrícola más experimentadas y tradicionales de nuestra historia, tanto en tiempos de vacas gordas como en el de vacas flacas; de lluvias y sequías; de Montelongos y Canónigos; de San Nicolás y los peladeros; de carretas y camiones; de seis – diez millones a menos de un millón de azúcar producida.
El resultado sigue siendo el mismo: no hay azúcar, ni hay café para una tertulia de teóricos de «café con leche»; porque ni siquiera hemos sabido recoger el cogollo del año para alimentar a nuestras pobres vacas flacas.
Gracias.